La danza de la lluvia cambió drásticamente el guion de la película del Gran Premio de Rusia en las seis últimas vueltas, unos minutos de locura con decisiones de equipo que acabaron encumbrando a Lewis Hamilton (Mercedes), tumbaron a Lando Norris (McLaren) y permitieron a Carlos Sainz (Ferrari) remontar hasta el podio, por detrás de Verstappen.

Norris había hecho una carrera impecable hasta que la pista empezó a mojarse. Primero con lluvia final después intensa. Fue un drama para el de McLaren, que intentó pilotar con lisos en condiciones impracticables por demorar su entrada a boxes.

La ambición de ganar tras su segundo puesto en el Gran Premio de Italia (entonces por detrás de su compañero de equipo), le costó una de las dos primeras plazas que tenía aseguradas, y permitió a Hamilton ser centenario en victorias en el Mundial.

La lluvia apareció en la vuelta 46 para un final de locura. Los de delante tardaron en cambiar de lisos a intermedios. Hamilton, por orden del equipo, pasó por boxes y el heptacampeón amarró la victoria, aunque Verstappen, que partía último, quedó segundo y, en un baile de plazas por detrás, Sainz logró recuperar el tercer cajón, mientras que Alonso, que había estado también en esas plazas, finalizó sexto después de demorar un poco su entrada, en una carrera con buenas sensaciones.