Detrás del éxito de los pilotos del Mundial de MotoGP no es todo un camino de rosas. Caídas, lesiones, viajes constantes, horas de gimnasio y entrenamientos, búsqueda de patrocinadores, etc. son el pan de cada día de muchos de quienes aspiran a llegar a lo más alto en el motociclismo. Pero al margen de estos problemas más conocidos de los pilotos, Arón Canet ha destapado otro que algunos suelen sufrir y que, como en su caso, llegó a ser de cierta gravedad por la alimentación y las consecuencias de no cuidarla como se debe.

Así, en su intento de bajar de peso para estar en las mismas condiciones que algunos de sus rivales de Moto3, llegó a hacer auténticas barbaridades que perjudicaron notablemente su salud, hasta el punto de sufrir varios desmayos, tal y como admite en el documental Yo piloto: el atleta heterodoxo de DAZN.

En él, el de Corbera narra la mala relación que llegó a tener con la comida en 2019, su último año en Moto3. «Yo inicié el año pesando 65 o 64 kilos y pensaba en Lorenzo Dalla Porta, Kaito Toba o Jaume Masià que pesaban, como mucho, 59 kilos. Recuerdo que empezamos una dieta con mi nutricionista diciendo ‘venga, va, a ver hasta dónde bajamos’ y me bajó hasta 63. Me dijo ‘Arón, yo no puedo bajarte más y lo que vas a hacer a partir de ahora va a ser insalubre».

A ello, añadió después que «en Sachsenring ya me vino el primer desmayo. He hecho tantas barbaridades como comer y luego meterme los dedos, de bulimia. Irme a las 4 de la mañana, no poder aguantar más porque tenía mucha hambre de dulce, coger una tableta de chocolate grande, masticarla y escupirla. Iba masticando y escupiendo y después pesaba lo que había escupido dentro de la bolsa a ver cuántos gramos había comido», reconoce Canet.

«Fue muy duro y después cuando terminó la temporada hablé con mi nutricionista y le conté lo que había hecho y se llevaba las manos a la cabeza. Me dijo ‘¿se te ha caído el pelo y te has desmayado, verdad?’ y yo le decía que sí. Y me dijo que era normal, porque si quería bajar de este peso tenía que ser algo insalubre y así lo fue», asegura.

Tras pasar por aquel mal momento, Canet se dio cuenta de que necesitaba ayuda y que tenía que cambiar sus hábitos. «Entre Moto3 y Moto2 he cambiado muchas cosas. En Moto2 al final encontré a Miguel Maeso (expreparador físico de Jorge Martínez ‘Aspar’) y me dijo ‘niño, esto es así. No te hagas las paranoias de no comer, entrenar tanto porque 2+2 son 4 y verás como salen los resultados», cuenta.

«Y así ha sido. Yo ahora mismo, a nivel físico es la vez que mejor estoy», concluye.

Medidas perjudiciales

Las prácticas descritas en este artículo son muy perjudiciales para la salud y nunca deben ser emuladas. Ante cualquier trastorno alimentario, hay que ponerse en manos de un especialista y compartirlo con el círculo más cercano en busca de ayuda.