Acumulaba varios podios, pero le faltaba el oro. ¿Cómo sabe volver al cajón más alto del podio seis años después?

Estoy muy contenta porque también es mi primera medalla en esta competición. Llevó compitiendo desde 2013 en Abu Dabi, nunca había conseguido medalla y ya le puedo poner un check verde a esta competición. Más que el oro, lo mejor es la forma en la que estoy compitiendo últimamente, estoy en un muy buen nivel competitivo y veo que el trabajo que estamos haciendo va en la buena dirección porque estoy consiguiendo resultados.

¿Cómo resumiría su campeonato? Alguna rival solo le aguantó 20 segundos...

No fue un campeonato perfecto pero casi. Todas las que estamos en el circuito sabemos los puntos fuertes de cada una, por dónde meterles mano, la gente sabe mis puntos fuertes, en los que tienen que tener más cuidado conmigo . Cada vez, los combates son más complicados, pero aún así, hay combates rápidos porque sale bien la estrategia, como pasó en este último.

¿Cuáles son esos puntos fuertes y en qué debe mejorar?

Mi punto fuerte es que soy bastante completa, no soy la mejor en nada pero soy bastante completa, es difícil controlar, porque si están pendiente del suelo puedo salir por otro camino y ese es mi punto fuerte. Cada día intento que sean menos mis puntos débiles para ponérselo difícil a mis rivales.

¿Compensa esta medalla de Abu Dabi la decepción en el Mundial de Uzbekistán?

Son dos competiciones diferentes. Prefiero separarlas. Hace dos semanas, el Mundial no salió lo bien que me hubiera gustado. En Abu Dabi, salió todo perfecto, aunque con algún fallo técnico.

¿Cuáles son sus objetivos a corto y medio plazo?

Dentro de dos semanas tengo el Grand Slam en Bakú y luego ya descansaríamos hasta el 21 de diciembre, que es la última gran fecha del año, con el Master en Jerusalén. Para 2023 no nos hemos parado aún a ver todas las competiciones, pero está claro que la clasificación olímpica será uno de los grandes retos. También estoy cerca de alcanzar el número 1 del ranking mundial, un objetivo muy bonito.

¿Piensa ya en París 2024?

Sí, pero paso a paso, de momento, hasta el año que viene no salen las competiciones que irán antes ese año, pero más o menos sabemos las competiciones habituales y las fechas. Depende los puntos que nos hagan falta, haremos el calendario.

¿Cómo le gusta imaginarse en los próximos JJOO?

De momento no me lo imagino porque todavía queda mucho y pienso sobre todo en el tatami de Bakú dentro de dos semanas.

Pero no tardarán los torneos clasificatorios...

Sí, clasificarse para unos Juegos Olímpicos en un sueño, pero ese ya lo he vivido y lo que quiero ahora es llegar a unos JJOO con opciones de medalla. Es mi objetivo, pero primero hay que hacer mucho trabajo y seguir como vamos para tener una buena clasificación.

¿Qué aprendió de aquellas dos citas en Río y Tokio?

Al final, que es un día y que tienes que estar ese día. Cuando llegue, quiero sentir que todo el trabajo que dependa de mí esté hecho.

¿Quiénes han sido sus referentes en el judo?

La gran referente en España fue Isabel Fernández, pero yo era era muy jovencita. Al ir creciendo, me fijaba mucho en una japonesa que se llamaba Nakamura, pero al final los referentes no solo tienes que cogerlos de las competiciones, sino en el día a día y ahí, los referentes para mí han sido siempre Laura Gómez y Sugoi Uriarte, que por suerte los tengo ahora de entrenadores.