Polémica en el Dakar por los cambios en el reglamento

La edición del Dakar está a punto de empezar y el campamento ya está en plena ebullición. Poco a poco van llegando los miembros de la caravana al vivac de Sea Camp, que acogerá la carrera hasta el 2 de enero. Allí, a orillas del Mar Rojo, donde la ciudad más cercana -Yanbu- está a una hora en coche, se ultiman los preparativos. Entre ellos, los más de 120 españoles que figuran en la lista de inscritos.

Los cambios introducidos por la FIA y la FIM en el reglamento de coches y motos, respectivamente, no gustan. Las motos han visto cómo se limitaba la velocidad máxima a 160 km/h, penalizándose a los pilotos que la superen. Los equipos de fábrica, como KTM (KTM, Husqvarna y Gas Gas) y Honda han apañado un sistema por el que la moto impide, electrónicamente, que se pueda superar. Los pilotos privados o, con menos medios, tendrán que ir más despacio, con un ojo en el velocímetro y otro en el roadbook. El riesgo de caídas es más elevado si se quiere seguir el ritmo de cabeza.

Además de instaurarse el libro de ruta electrónico, como ya se había hecho en los coches, el mayor cambio que habrá en la carrera de motos es que habrá bonificaciones de tiempo para los que hagan más kilómetros liderando en la primera parte de la especial, limitando la pérdida que supone tener que abrir pista. Los que hayan completado más km antes del repostaje tendrán un plus: el piloto que lidere más kilómetros tendrá 1,5 segundos de bonificación por cada kilómetro liderado; el segundo, 1 segundo y el tercero, medio.

En cuanto a los coches la FIA se ha reservado la opción de cambiar el rendimiento de los motores para igualar las prestaciones. Es decir, si un coche de una categoría saca ventaja a los de otra se puede decidir después de tres días -e implantarlo en el quinto- que los otros aumenten la potencia para igualar la batalla. Al respecto, hay que señalar que los T1U, los T1+ (prototipos 4x4 mejorados), los T2, etc tendrán que cumplir una estricta normativa.