La selecta calle Colón de Valencia ya tiene otro inmueble singular en el mercado. En la que puede ser la segunda gran operación del sector tras la adquisición del edificio de Apple por parte de Amancio Ortega en enero del año pasado, la Tesorería General de la Seguridad Social ha sacado a subasta un edificio de nueve plantas de su propiedad situado en el número dos de la travesía. La finca hace chaflán con la calle Russafa y la calle Xàtiva y en uno de sus bajos se ubican las oficinas del organismo dependiente del Ministerio de Empleo a las que cada día de dirigen cientos de personas a realizar trámites administrativos y que ahora buscará nueva ubicación si se cierra la venta.
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El precio mínimo de salida de la subasta es de 7,9 millones de euros, lo que arroja una media de 1.738 euros el metro cuadrado. Se trata de un valor muy atractivo, aunque es cierto que el edificio, pese a sus buenos materiales (escaleras de mármol) está necesitado de un buena inversión para actualizarlo, pues tiene alrededor de 70 años.
Un dato de referencia: Pontegadea, el brazo inversor de Amancio Ortega, pagó 23,5 millones por el inmueble de la tienda de Apple, un inmueble de menor superficie. La semana pasada, el presidente y CEO de Inditex, Pablo Isla, comentó en un acto de la escuela de negocios EDEM que la compañía necesitaba «una gran tienda en Valencia» que podría encajar perfectamente con los locales que liberará el organismo del Ministerio de Trabajo.
La irrupción de este inmueble ha agitado al sector inmobiliario especializado. Ha abierto el apetito de fondos de inversión nacionales y más de una familia local de gran patrimonio que parece dispuesta a pujar. Se especula incluso con que uno de los interproveedores de Mercadona ha puesto el ojo en la operación. Todo el mundo da por hecho que el precio final será muy superior al valor de salida. El espacio que desalojará la Tesorería es el gran imán por su ubicación privilegiada para albergar a una de las grandes marcas comerciales.
La Seguridad Social ha puesto a la venta el edificio completo, que consta de sótano, planta baja y nueve plantas altas, distribuido en un total de 4.575 metros cuadrados construidos (en el Catastro constan 5.219 metros cuadrados) sobre un solar de 517 metros. El inmueble se reparte en 23 referencias catastrales, aunque sólo dos locales comerciales (dos cafeterías) y cinco pisos cuentan con inquilinos en la actualidad. Los contratos de arrendamiento son muy antiguos. El más reciente, el de uno de los locales de los bajos, tiene fecha de 1985. El más viejo se remonta a 1949.
Plan de enajenación
El resto de viviendas y locales de oficinas están desocupados. Ahí radica la razón de que la Tesorería haya decidido desprenderse del edificio. La enajenación se enmarca en lo que se conoce como informe CORA. «La Seguridad Social elaboró un plan de enajenaciones, en el que se incluyen aquellos inmuebles que no son necesarios para el desenvolvimiento de los servicios de las entidades gestoras y servicios comunes», afirman fuentes del organismo. «Al mismo tiempo, soportan, en general, cargas y gastos, circunstancias éstas que hacen que su enajenación resulte conveniente para los intereses de la Seguridad Social», añaden.