Los plazos se aceleran en la patronal provincial CEV. Los órganos de gobierno de la Confederación Empresarial Valenciana acordaron ayer convocar su asamblea para el próximo 3 de marzo, donde, además de los presupuestos para 2017, se aprobará una reforma de los estatutos para convertirla en patronal autonómica, tal como adelantó este diario.

Ante los problemas financieros que aquejan a Cierval por las deudas y los asuntos judiciales de las provinciales de Alicante (Coepa) y Castelló (CEC), la CEV, la única saneada, dio un plazo hasta el 27 de febrero a las otras dos organizaciones para que hicieran frente a unos desembolsos que reclama la Generalitat. En caso de no cumplir, iniciaría el proceso de conversión en autonómica, dando por insalvable a Cierval. Sin embargo, visto el acuerdo de ayer, la CEV no ha esperado ni a esa fecha límite. En primer lugar, porque hay coincidencia general en que Coepa y la CEC carecen de recursos y, por tanto, no podían pagar. Pero, sobre todo, porque cada vez hay mayor consenso entre los empresarios de la Comunitat Valenciana, en especial los inicialmente muy beligerantes alicantinos, de que la única opción que tienen para mantener la representatividad es utilizar a la CEV como nueva plataforma autonómica, aunque ello implicará dar la mayor parte del poder a Valencia y permitir que la patronal autonómica se financie con cuotas directas de sectoriales y empresas.

Las fuentes consultadas aseguran que, lo más probable, es que la semana que viene se celebre una reunión determinante del comité ejecutivo de la Cierval. Allí, si no se tuercen las negociaciones discretas mantenidas hasta la fecha, los patronos deberían trazar la hoja de ruta de la nueva organización autonómica a partir del 3 de marzo y determinar cómo se procede a la liquidación de Cierval, en preconcurso de acreedores desde noviembre.