Ortí, quien destacó que esta política de aperturas se produce al tiempo que otras firmas del sector bancario están replegando velas, precisó que la cooperativa no va a salir del territorio autonómico porque así lo establecen sus estatutos y que su expansión por Alicante se va a realizar siempre que no entre en colisión con la Caja Rural Central de Orihuela. Como esta entidad tiene menos intereses en el norte de esa provincia, ahí es donde Caixa Popular va a centrar su expansión en esa zona, si bien su área prioritaria es Valencia y Castelló, en especial las localidades con más de 15.000 habitantes, donde quieren tener presencia en todas. Este año, la cooperativa ha abierto dos oficinas -en Ibi y el Cabanyal- y no pondrá en marcha ninguna otra a no ser que los resultados de explotación el 30 de junio sean muy positivos.

Rosendo Ortí defendió la bondad de las cláusulas suelo comercializadas por la entidad, dado que se hicieron con transparencia. Aún así, ha tenido que hacer una provisión de 1 millón de euros para afrontar posibles demandas. Hasta la fecha ha tenido que devolver por importe de 60.000 euros. El director general de Caixa Popular ha augurado que el sector financiero, como consecuencia de estas cláusulas, entre otros factores, va a tener que «endurecer» las condiciones y los tipos de interés en los préstamos hipotecarios, debido a que bancos y cajas precisan obtener rentabilidad.

Ortí justificó la reciente creación de una asociación que integra a las trece cajas rurales valencianas que continuan independientes en la necesidad de «trasladar a la sociedad que el nuestro es un modelo que funciona y que debe tener continuidad», en especial en un momento en que el Gobierno planea reformar la regulación de estas entidades. Hasta el momento solo ha trascendido que esos cambios irían en la línea de mejorar el gobierno corporativo y la participación en el capital, pero el director general de Caixa Popular cree que al Ejecutivo le «gustaría la concentración del sector», una tentación a la que deben «oponerse» las cooperativas y las autonomías.

En este sentido, recordó que ninguna cooperativa ha tenido que ser rescatada durante la crisis con dinero público, mientras que el fondo de garantía de depósitos de las rurales sí fue utilizado para sanear la CAM y el Banco de Valencia antes de venderlos «a precios golosos» -un euro- al Sabadell y CaixaBank, respectivamente.

A este respecto, Ortí, que se mostró apenado por la pérdida de las mayores entidades financieras valencianas, aseguró que para Caixa Popular el vacío dejado por estas ha sido una oportunidad, porque le ha permitido entrar en nichos de negocio -e incluso en ciertos patrocinios- que antes tenían copados esas cajas y bancos, como es el caso de las empresas. Ese es uno de los motivos de que el beneficio de Caixa Popular creciera un 29 % en 2016 hasta los ocho millones.