Cámara y patronal alertan ante una guerra comercial

Las primeras medidas proteccionistas anunciadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afectan a ciertas materias primeras, como el acero o el aluminio, que apenas forman parte de la cartera de ventas de la Comunitat Valenciana a la primera potencia del mundo. Sin embargo, esta decisión previsiblemente va a abrir una guerra comercial que tendrá consecuencias muy negativas para la economía autonómica, según coincidieron ayer en afirmar el presidente de la Cámara de Comercio de València, José Vicente Morata, y el director del departamento de estudios de la patronal autonómica CEV, Ricardo Miralles.

Este último recordó que la Comunitat Valenciana apenas exporta hierro y acero hacia EE UU -en 2017 fueron poco más de 8 millones de euros-, pero «la respuesta comercial que esta medida puede provocar a nivel mundial sí puede desencadenar una espiral de futuras medidas restrictivas al libre comercio». Ricardo Miralles explicó al respecto que si la UE reacciona imponiendo aranceles a EE UU este país podría a su vez ampliar la lista de productos europeos afectados y en ese caso no es descartable que pueda incluir alguno valenciano, como los cítricos. A este respecto, el directivo de la CEV recordó que «nuestro sector agrícola, por ejemplo, todavía está sufriendo las consecuencias del veto a Rusia».

Por su parte, José Vicente Morata aseguró que, «cuando se abre una guerra comercial, se sabe cuándo empieza pero no cómo acaba». A la Comunitat Valenciana, en cualquier caso, «no le interesa, entre otros motivos porque las exportaciones han sido nuestra gran baza para salir de la crisis y serán nuestro mayor blindaje ante futuras recesiones». En consecuencia, «cualquier guerra comercial es muy perjudicial». El presidente cameral considera que, aunque no haya una afección directa en este inicio del neo proteccionismo, una escalada mundial en el mismo acabará por dañar a la economía valenciana.