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El caqui toca techo: algunos agricultores arrancan y vuelven a plantar naranjas

Cambio de tendencia

El caqui toca techo: algunos agricultores arrancan y vuelven a plantar naranjas

El sector citrícola incrementa un 0,33% su superficie y crece por primera vez tras una década en retroceso - La cosecha crecerá un 23% este año

Durante las dos ultimas décadas muchos agricultores cambiaron su tradicional plantación de cítricos por el caqui. La rentabilidad que en ocasiones duplicaba o triplicaba a la naranja provocó un auténtico boom. Tanta superficie ha acumulado esta fruta que el exceso de producción ha hecho que la fiebre toque techo.

El responsable de documentación de la Conselleria de Agricultura, José Antonio Franco, certificó ayer que se ha producido una frenada de nuevas plantaciones y que comienzan a verse casos de reconversión de caqui a cítricos, es decir, el camino a la inversa.

Así se explicó ayer durante la presentación de la previsión de cosecha citrícola para la campaña 2018/2019. Según la consellera Elena Cebrián y el secretario autonómico Paco Martínez Mulero, el ámbito citrícola vive un punto de inflexión: por primera vez desde 2009 se ha frenado la reducción el área dedicada a este cultivo. Aumenta un 0,33 %.

Además, dentro de la propia reconversión citrícola, la naranja vuelve a tener supremacía en superficie frente a la clementina, variedad que se ha reducido en el último año, con un incremento importante también de la superficie de limón.

En cuanto al aforo citrícola, la Conselleria de Agricultura prevé una cosecha para esta próxima campaña un 23% por encima del año anterior. El salto merece una aclaración. No se trata de un incremento desproporcionado sino de una «vuelta a la normalidad», tras una campaña 2017/2018 anormalmente floja por las lluvias de finales de 2016 que debilitaron el arbolado. De hecho, la cantidad de fruta que se espera recoger es un 1,2% inferior a la de hace dos campañas, y por debajo de la frontera de los cuatro millones de toneladas, en línea con los resultados de la última década.

El aforo es una previsión que puede estar sujeta a cambios a lo largo de la campaña dependiendo de la meteorología y factores externos. Pero también es un dato muy sensible que marca el inicio de la campaña y condiciona los comportamientos de compra y venta del mercado. En este sentido, tanto la administración como las organizaciones agrarias se esforzaron ayer en trasladar un mensaje de calma, apelando a responsabilidad del sector para que no exista especulación con los precios. No va a haber una producción excesiva, insisten en todos los ámbitos.

La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA) señaló que estas previsiones «proporcionan un marco equilibrado entre oferta y demanda», pero recordó: «Es necesario apelar a la profesionalidad de todos los actores que intervienen en el proceso comercial para evitar tentaciones especulativas». También La Unió quiso despejar los fantasmas de un arranque de campaña con la gran distribución tirando los precios a la baja: «Los datos del aforo de cítricos de esta campaña deberían servir para un correcto desarrollo si se hacen bien las cosas y para lograr unos precios rentables para los productores con una cosecha normal».

Por su parte, desde el Comité de Gestión de Cítricos relativizaron estas previsiones, y señalaron que el pasado año la caída de la cosecha no fue tan acusada como se preveía. «La cosecha será suficiente para garantizar el suministro a los mercados pero, para considerar su afección al negocio, habrá que esperar a los aforos de Andalucía y de Murcia y tener en cuenta otros factores externos mucho más relevantes y la situación de otras potencias productoras mediterráneas», concluyeron.

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