El grupo checo VGP anunció ayer que va a invertir 22 millones de euros en la construcción de dos plataformas logísticas de última generación de 75.000 metros cuadrados de parcelas netas en Cheste. La empresa, que ha ido adquiriendo los suelos durante los últimos meses, creará alrededor de 400 nuevos puestos de trabajo, según precisó la asesora del proyecto, Triangle Real Estate Management. El polígono logístico de Cheste está en pleno desarrollo con la plataforma de Lidl como motor de arrastre.

El grupo VGP, que se ha reunido con el Ayuntamiento de Cheste, confirmó su proyecto de levantar más de 41.000 metros cuadrados de plataformas logísticas en la localidad, con una primera nave de 15.000 metros cuadrados y un segundo edificio de 26.000 metros cuadrados de superficie.

Según precisó la consultora Triangle Real Estate, el terreno elegido forma parte de la primera corona logística de Valencia: el área de influencia de la A-3 (Ribarroja, Cheste y Loriguilla), que cuenta con un acceso directo tanto al aeropuerto de Manises como al puerto de Valencia.

Cheste se suma a los parques logísticos que el promotor paneuropeo está desarrollando por el territorio español con VGP Park San Fernando de Henares, VGP Park Lliçà d'Amunt, VGP Park Fuenlabrada y VGP Park Zaragoza, que alcanzará los 360.000 metros cuadrados.

La inversión en activos logísticos en València ha crecido un 50 % en el último año por la voracidad de los fondos internacionales. Doce grandes grupos se están disputando los mejores suelos en Riba-roja, Cheste y el resto del cinturón del bypass que rodea el área metropolitana por la alta rentabilidad que ofrecen frente a los de Madrid y Barcelona.

El fondo más activo es Prologis seguido de grupos como Oaktree Capital y Blackstone. Los family office (empresas que gestionan el patrimonio de una o varias familias) están complementando la inversión de los fondos con compras de suelos e inmuebles que están por debajo de los 5 millones de euros.

La inversión en activos logísticos en València fue de 81,3 millones el año pasado frente a 54 millones en 2017. Los principales compradores son los fondos que en 2018 destinaron 70,5 millones para compra de activos frente a 47,8 millones en 2017 (un crecimiento del 47,48 %). El resto de adquisiciones las hicieron inversores privados y family office que se hicieron con activos logísticos por valor de 10,8 millones de euros (7,2 millones en 2017).

La clave del interés de los fondos por el mercado valenciano es que los activos ofrecen más rentabilidad que en Madrid o Barcelona al ser un mercado menos maduro. Además, los grandes grupos internacionales han rebajado sus exigencias. Los inversores se han beneficiado de que en València prácticamente no había parques logísticos de calidad a pesar de la demanda. Actualmente solo el 27 % de las naves cumplen los requisitos necesarios para ser utilizadas en logística como «una altura mínima de diez metros o rociadores para combatir los incendios».

El stock total de suelo logístico ha crecido un 24 % en el último año. La tasa de disponibilidad de naves se sitúa en el 5,9 %.