La afiliación a la Seguridad Social registró en la Comunitat Valenciana en agosto un descenso desconocido desde aquel ya lejano 2008 en que las estructuras de la economía se resquebrajaron tras el terremoto con que se inauguró la Gran Recesión. Al cierre del mes central del verano de aquel año, el número de inscritos en el citado organismo público descendió en casi 43.000 personas. Pasó el tiempo y cada agosto, coincidiendo con fin de la temporada turística, se producían reducciones en la afiliación, eso sí, cada vez menores. El mínimo fue en 2013,con 18.397, pero desde entonces se ha ido produciendo un ascenso paulatino hasta llegar a los 37. 338 de agosto de 2019, el más alto en once años. Se trata de un descenso intermensual del 1,94 %, solo inferior al 2,61 % de Murcia.
El elevado dato de agosto llega en un contexto en que las incertidumbres sobre la economía mundial se agrandan, con la parálisis en los motores europeos, el bréxit duro a las puertas y la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Y parece que la economía española, aún vigorosa en el crecimiento de su PIB, está ya notándolo de forma clara, como muestran también los datos del paro dados a conocer asimismo ayer por el Ministerio de Empleo. El número de inscritos en las oficinas de Labora (el servicio de empleo valenciano) aumentó en agosto en 13.093 personas, un 3,72 % más que en julio. Tanto en términos absolutos como relativos fue el mayor incremento experimentado por una autonomía el mes pasado, superior, claro está a la media nacional, donde el paro subió en 54.371 personas, el nivel más alto de la última década.
En la Comunitat Valenciana, solo la agricultura registró un descenso del desempleo en agosto, mientras que la palma se la llevaron los servicios (8.617). La autonomía registró 132.519 contrataciones en el pasado mes, con un descenso del 37,55 % respecto de julio y del 5,06 % en relación con agosto de 2018, según el Ministerio de Empleo.