Más allá del impacto sobre la vida de cientos de miles de personas en todo el mundo la pandemia del coronavirus también asesta un duro golpe a la economía en el ámbito global, del que no escapa España y la Comunitat Valenciana, en particular. Mientras Gobierno central y Generalitat impulsan medidas para paliar la ralentización económica provocada por la covid-19 un nuevo informe de coyuntura, este vez elaborado por el Colegio de Economistas de Valencia (COEV), revela las drásticas consecuencias sobre el mercado laboral de esta autonomía.

«La mayor exposición de la Comunitat Valenciana al sector servicios va a provocar que la reducción del Producto Interior Bruto (PIB) y el incremento del paro sean algo superiores a la media nacional»; alcanzando una reducción de cotizantes a la Seguridad Social de hasta un 6 % mensual mientras dure el confinamiento. En cuanto al empleo, la gran mayoría de los economistas valencianos entienden que la evolución del desempleo será «muy negativa». Así, la mayoría de estos profesionales cree que la tasa de paro podría crecer hasta el 25% de la población activa, lo que supone casi el doble que el índice actual: 14,4 %, con 440.517 parados registrados en las oficinas de Empleo hasta el pasado mayo. Hay que tener en cuenta que en esa cifra no están todos los afectados por ERTE por causas de «fuerza mayor» y que hasta el pasado 14 de junio afectan a 415.635 trabajadores valencianos, según el balance de la Conselleria de Economía Sostenible.

El informe del COEV sobre las repercusiones del coronavirus en la economía es el resultado del trabajo de un grupo de expertos creado el pasado 23 de abril y realizado a través de una encuesta. En la presentación participaron ayer el decano del COEV, Juan José Enríquez; el coordinador del informe, José Ortega, así como el economista Enric Montesa.

Los encuestados suspenden la gestión de la crisis por parte del Gobierno: un 58 % de colegiados que la consideran mala o muy mala; un 19%, regular y un 16,4% como buena o muy buena. Además, tampoco valoran el plan de desescalada: un 48,5% lo evalúa negativamente; un 27,6 % afirma que es regular frente a un 17,4 % señala que es bueno o muy bueno. Además, creen que los principales resultados de la pandemia sobre la economía son un incremento del paro para el 62,6%, disminución de la demanda o caída de las ventas (60,8 %), falta de liquidez de las empresas y los autónomos (60,0 %), y posible cierre de empresas (59,8 %).

Medidas del Gobierno

El grupo de expertos del COEV destaca que las dos principales medidas del Gobierno - las líneas de avales del ICO y los ERTE por causa mayor- son «necesarias, aunque insuficientes para evitar el colapso y el cierre de miles de empresas y el consiguiente incremento del desempleo». También aboga por «una mayor agilidad en la aprobación de las medidas contra la crisis y un mayor diálogo con las empresas y autónomos», quienes mejor conocen la problemática actual y las posibles soluciones.

Entre las medidas financieras, destaca la escasa valoración de la línea de avales de 100.000 millones de euros del ICO, muy por debajo en la consideración de su eficacia y agilidad de los préstamos del BCE a empresas o la línea del Banco Europeo de Inversiones para créditos a pymes de la UE. Y respecto a las medidas fiscales, el aplazamiento en el pago de impuestos de empresas y autónomos hasta 30.000 euros, no es considerada «ni singularmente importante ni eficaz», aunque se reconoce una mejor evaluación en términos de agilidad.

Los asuntos que más preocupan a los economistas valencianos son el incremento del paro (62,6% del total), la disminución de la demanda o caída de las ventas (60,8%), la falta de liquidez de las empresas y los autónomos (60,0%) y el posible cierre de empresas (59,8%). Y advierten de que la economía valenciana se verá más perjudicará por su mayor exposición al sector servicios y presencia de pymes.

Sectores más afectados

Y los sectores más afectados son el turismo vacacional nacional e internacional (93,5), alojamiento y la restauración (86,4), turismo de ferias y congresos (56,2), transporte aéreo (51,2) y transporte de pasajeros (45,7). «Van a asumir grandes pérdidas», apuntan los economistas valencianos. Por el contrario, los negocios relacionados con el sector agroalimentario y la distribución de productos de alimentación no han sido afectados negativamente durante la crisis y ocupan los últimos lugares en este listado.

Según Ortega, las empresas deben evitar la financiación bancaria como fuente exclusiva de financiación y buscar otras vías para obtener liquidez ya que ha advertido de que el impago arrastrará a otras empresas al cierre. Además, les aconseja someterse a las auditorías aunque no estén obligadas porque les facilitará obtener financiación externa, abrirse el extranjero, y llegar a acuerdos con las Administraciones para reducir la burocracia y agilizar trámites.

Los encuestados son muy críticos en lo que se refiere a la gestión de la crisis sanitaria por parte del Gobierno, con un 58% de colegiados que la consideran mala o muy mala; un 19%, regular y un 16,4% como buena o muy buena.