El Puerto de Barcelona sigue al de València y también construirá otro muelle para contenedores. Además, ambos acentúan su ‘batalla comercial’ por controlar el futuro tráfico ferroviario de mercancías desde PlaZa, plataforma logística de Zaragoza, una de las áreas de concentración de carga más importantes del sur de Europa. Así lo contemplan los respectivos planes de inversión en infraestructuras y accesos terrestres de estos recintos del Mediterráneo.
La Autoridad Portuaria de Barcelona ha presentado esta semana el IV Plan Estratégico 2021-2025 en el que al igual que su más directo competidor apuesta por crecer en transporte de contenedores en tren. La presidenta del de Barcelona, Mercé Conesa, considera claves las mejoras de accesos viarios y ferroviarios -que suponen unas inversiones globales de 400 millones de euros- así como otros proyectos como el nodo ferroviario en el antiguo lecho del Llobregat y la construcción de apartaderos de 750 metros en el corredor que enlaza con Zaragoza. Eso permitirá circular trenes de mercancías más largos que los actuales.
Mientras el emplazamiento presidido por Aurelio Martínez ultima la adjudicación de la megaterminal de contenedores de 136 hectáreas de superficie y con capacidad para albergar 5 millones de contenedores en la ampliación norte -que gestionará la multinacional TiL, vinculada a la naviera MSC, tras invertir 1.100 millones de euros- el de Barcelona contempla ganar terreno al mar mediante la construcción de nuevos espacios para contenedores.
En ese sentido, quiere consolidarse a medio plazo la construcción de un nuevo muelle y la ampliación de otro ya existente, que se destinarán a contenedores. Además, ganará suelo logístico en la antigua planta de Total Petrochemicals. El nuevo muelle denominado Catalunya es una de las grandes apuestas del recinto catalán «para los próximos años», según Conesa. El citado espacio para mercancías, de unas 20 hectáreas de superficie, estará situado junto al muelle Prat y albergará un enlace ferroviario. En esta área colindante se ubica la terminal en manos de la multinacional china Hutchison, que opera la gran ampliación que acometió la Autoridad Portuaria de Barcelona (APB) hace dos décadas.
En busca de suelo logístico
En ese sentido, el de Barcelona pretende lograr nuevos espacios en tierra firme para crecer y consolidar sus planes de desarrollo durante los próximos años. Según Conesa, «la necesidad de más suelos logísticos y su búsqueda exige la colaboración público-privada», ya que actualmente el porcentaje de ocupación de los espacios de Port de Barcelona es del 97%. En el plano económico se fija el objetivo de crecimiento del valor del comercio exterior hasta los 70.000 millones de euros el año 2025 (actualmente es de 65.000 millones de euros).
Respecto a los objetivos medioambientales, la APB prevé tener electrificados el 50% de los muelles de contenedores y de tráfico rodado. En términos laborales espera incrementar el capital humano hasta las 40.000 personas trabajando diaria o regularmente en el puerto. La presidenta del recinto de Barcelona reconoció que el programa de futuro para el próximo lustro «es el pistoletazo de salida del futuro muelle Catalunya, que albergará toda la actividad de contenedores en la zona sur del puerto», agregó.
Sagunt-Teruel-Zaragoza
Por su parte, la Autoridad Portuaria de València ha iniciado ya los trabajos de desarrollo de su plan estratégico, que supone una inversión superior a los 552 millones de euros en nuevos proyectos a los que se suman 270 millones para acciones ya iniciadas. Destacan las obras de accesibilidad ferroviaria con más de 53 millones mientras que la conexión del corredor Sagunt-València por redes viaria y ferroviaria dispone de un presupuesto de 50 millones de euros.
Mientras Barcelona financia apartaderos de 750 metros para trenes de mercancías, Valenciaport confía en este eje ferroviario con la próxima electrificación del trazado Sagunt-Teruel-Zaragoza, así como en los nuevos accesos al recinto del Camp de Morvedre.