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Extremadura adelanta a Valencia en la gigafactoría de pilas para el automóvil

Phi4Tech invertirá más de mil millones en dos plantas en Badajoz y Cáceres para el principal componente de las baterías del coche eléctrico

Extremadura adelanta a Valencia en la gigafactoría de pilas para el automóvil

El proyecto extremeño de gigafactoría de baterías para el coche eléctrico ha adelantado al de València que lidera Power Electronics. La empresa Phi4Tech anunció ayer que va a invertir más de mil millones de euros en dos plantas en Badajoz y Cáceres y en sendas minas de litio y níquel en las localidades extremeñas de Cañaveral y Monesterio. En total, más de mil millones de inversión, de los que 600 «ya están asegurados» (los de las dos fábricas), y 1.300 empleos directos a los que habrá que añadir los indirectos. «Un proyecto de Extremadura para el mundo», aseguró en su presentación Alejandro Ayala, socio referencial de esta iniciativa empresarial, denominada Proyecto Integral de Almacenamiento Energético en Extremadura. «Se trata de una iniciativa íntegramente privada y ya cuenta con financiación, con clientes y con proyectos», insistió.

Según explicó, se construirá una fábrica de celdas de baterías en la Plataforma Logística de Badajoz, la primera del sur de Europa de estas características, y otra planta de cátodos en una ubicación aún por determinar en la provincia de Cáceres. Se abastecerán del litio de la mina de Cañaveral, con cuyos promotores hay «un acuerdo estratégico» y también de la mina de níquel de Monesterio, que volverá a entrar en funcionamiento tras su compra.

Power Electronics declinó valorar ayer el anuncio extremeño. Desde la Generalitat, aseguraron que la iniciativa valenciana continúa firme. La producción de baterías para el coche eléctrico se centra en cuatro pasos: la extracción de litio y níquel, la fabricación de celdas (que son las pilas que almacenan la energía), la colocación de los componentes electrónicos y el empaque de todos los elementos en la carcasa. El proyecto valenciano (que aspira a crear 30.000 empleos y conlleva una inversión de 2.000 millones) se centra en los últimos tres pasos (la fabricación en sí de las baterías). Fuentes cercanas a la iniciativa valenciana explicaron que la clave del proceso es la fabricación de las celdas que hasta ahora se importan de China. Ese es el punto fuerte de la iniciativa extremeña, que busca aprovechar las minas de litio y níquel que hay en Extremadura para impulsar el proceso industrial de fabricación de celdas.

La planta de Badajoz lleva asociada una inversión de 400 millones de euros y creará 200 empleos en una primera fase, 500 cuando alcance la producción máxima. Se prevé que la construcción comience a finales de este año o principios de 2022. Su capacidad final de producción será de 10 gigas distribuidos en cinco módulos de dos gigas que se pondrán en servicio de forma paulatina.

Por su parte, la fábrica de cátodos de la provincia de Cáceres lleva asociada una inversión de 200 millones de euros y prevé crear 360 empleos «en la madurez del proyecto». La presentación de la iniciativa fue en Mérida, con la presencia del presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara; la consejera para la Transición Ecológica y Sostenibilidad, Olga García; y el consejero delegado de la empresa promotora, Phi4tech, Mario Celdrán.

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