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Buque Conti Everest (uno de los barcos bloqueados en el Canal de Suez) tras atracar ayer en el puerto de Valéncia. | GERMÁN CABALLERO

El colapso del tráfico marítimo dispara el coste de los parques fotovoltaicos valencianos

Los empresarios afirman que los proyectos todavía son rentables tras el primer aumento de precio de la historia

El puerto de València recibió ayer otros dos buques que permanecieron durante días parados sin poder atravesar el Canal de Suez por el bloqueo provocado por el portacontenedores Ever Given. La llegada de 11 buques afectados por el tapón en el Canal de Suez va a incrementar un 10 % la actividad en el puerto valenciano durante una semana. El 16 de abril está previsto que lleguen los últimos barcos atrapados en Suez por el bloqueo del canal entre el 23 y el 29 de marzo y se dará por resuelta la crisis. La Autoridad Portuaria destacó ayer que la sobrecarga de trabajo se está gestionando con normalidad y sin colapsos en los accesos al puerto.

El recinto ya ha recibido tres buques procedentes del bloqueo del Canal de Suez, con un total de 7.350 contenedores, tras la llegada ayer del Conti Everest y el CMA CGM Centaurus a los muelles, y que se sumaron «con total normalidad» a las operativas de carga y descarga que cada día se realizan en el recinto portuario.

Valenciaport espera hasta el 16 de abril la llegada de otros ocho buques tras reabrirse la navegación, por lo que la carga de trabajo adicional supone la gestión de más de 30.000 contenedores en los once barcos, que la comunidad portuaria está asumiendo «sin problemas», según subrayó la entidad en un comunicado.

«Nos encontramos en una situación de absoluta normalidad en la actividad del puerto tal y como preveíamos por el compromiso y la colaboración de todos los operadores portuarios que están poniendo su granito de arena para que no haya ningún problema», explicó Néstor Martínez, subdirector general de la Autoridad Portuaria de València (APV) adjunto a la dirección.

El colapso del tráfico marítimo mundial por la falta de contenedores tras los desajustes comerciales provocados por la covid y el encarecimiento de la materia prima con la que se fabrican los paneles fotovoltaicos han disparado los costes de construcción de los parques solares valencianos. Las placas solares se han encarecido un 18 % en los últimos meses, elevando el precio final de los parques un 6 %. El fenómeno se produce en plena revolución fotovoltaica en la Comunitat Valenciana con una inversión prevista para los próximos años de 6.000 millones de euros. Los empresarios aseguran que los proyectos todavía son rentables a pesar de la primera subida de la historia del precio de las placas solares.

La primera señal de alerta en el sector la ha dado la empresa murciana de instalaciones fotovoltaicas Soltec que el 25 de febrero anunció que perdió 4,9 millones de euros en 2020, frente a los 1,3 millones que ganó un año antes, por la crisis de la covid, que incrementó los precios de los equipos solares y retrasó la construcción de proyectos.

En los últimos meses han coincidido un cúmulo de circunstancias que han afectado a la exportación de placas solares, que sobre todo se fabrican en el sur de China. Por una parte, hubo problemas porque tres importantes fábricas de polisilicio (la materia prima con la que se fabrican las obleas) se vieron afectadas a finales de verano por accidentes, inundaciones y dificultades de mantenimiento, lo que se tradujo en una escasez de suministro y un aumento en los costos medios de aproximadamente el 10%. Esta situación agravó la escasez de vidrio fotovoltaico que se viene produciendo por la alta demanda mundial. Por otro lado, está la crisis mundial del tráfico marítimo que ha cuadruplicado el precio de los fletes.

Como viene informando Levante-EMV, el coste del transporte de las importaciones de China se ha multiplicado por cuatro por la falta de contenedores. El precio de importar un contenedor de 40 pies desde el puerto de Shanghai ha pasado de 2.000 dólares en diciembre a 8.000 dólares. La conocida como «crisis de los contenedores» es consecuencia de la interrupción del flujo comercial durante la pandemia. China inundó Estados Unidos y Europa con contenedores cargados de mercancía tras reactivar la actividad industrial en primavera. En condiciones normales, los contenedores viajan cargados en una dirección vuelven al continente de origen llenos con otra mercancía. Ese esquema se rompió por la parada obligada de las fábricas en el resto del mundo por la covid y las navieras han disparado el precio de los fletes.

En este contexto, el presidente de la patronal valenciana de energías renovables (Avaesen), Marcos J. Lacruz, explicó ayer que el precio de los paneles solares que se importan de China han subido entre un 12 % y un 18 % y el importe de construcción de los parques se ha incrementado entre un 5 % y un 6 % (las placas suponen el 30 % del coste de una planta fotovoltaica). Lacruz indicó que el sobreprecio se va a notar en los proyectos que se inicien en los próximos meses. «Las placas se compran 8 meses antes de la instalación y normalmente se incluye el precio del transporte. El problema es que los paneles no se fabrican a gran escala en Europa», lamenta Lacruz.

Aumento de la carga de trabajo por la crisis de Suez

R.Ferrando. lugar

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