En Mercadona gusta poner nombres singulares a las acciones de empresa. Así, del mismo modo que el cliente es conocido como “el jefe”, los beneficios anuales reciben en la firma el adjetivo de “compartidos”. De este modo se quiere expresar que de las ganancias del año participan los trabajadores, la sociedad en general y los propios accionistas de la compañía. En los resultados de 2020, de los 1.500 millones de beneficios obtenidos (un 20 % más que en 2019), 409 irán a los trabajadores en forma de primas que suelen ser equivalentes a dos meses de sueldo. El año anterior, la cifra distribuida a los empleados ascendió a 340 millones . A la sociedad en general van 364 millones en concepto de impuestos (un 29 % más que en 2019) y por último, los accionistas reciben 727 millones (el 17 % más), de los que un importante porcentaje se reinvierte en la compañía. Esta fórmula de distribución de beneficios se implantó en 2001, hace ahora veinte años, y constituye otro sello personal de la empresa que preside Juan Roig.