El Santander ganó 1.608 millones de euros en el primer trimestre del año, un 385% más que los 331 millones del mismo periodo del año anterior (998% más sin tener en cuenta el efecto negativo del tipo de cambio de las distintas divisas en las que opera). El fortísimo aumento se debió en parte a un efecto comparativo: en los tres primeros meses del año pasado realizó una provisión extraordinaria de 1.600 millones para protegerse contra las pérdidas que le causará el coronavirus, con lo que su beneficio se hundió un 82% desde los 1.840 millones del año anterior, mientras que ahora solo ha reservado 150 millones.

Las dotaciones totales a la hucha para afrontar impagos y devaluaciones de activos, así, registraron una caída del 42,9% (de 3.909 a 1.992 millones) y fueron entre enero y marzo las más bajas desde que estalló la pandemia. El otro factor que ha disparado las ganancias es el impuesto de sociedades: pese a que el resultado antes del impuesto subió el 64% (a 3.102 millones), el pago conjunto de este tributo en todos los países bajó el 8,1% (a 1.143 millones) por el «impacto positivo de 632 millones en la línea de impuestos por neto entre la liberación realizada este año y el cargo registrado en el primer trimestre de 2020».