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Análisis

Las reformas pendientes del mercado laboral

El coronavirus ha sacudido el mercado laboral. Su emergencia ha provocado que el Gobierno haya pospuesto algunos de los temas que tenía sobre la mesa, mientras se ha visto obligado a introducir o acelerar otros. La agenda del Ejecutivo viene cargada y en el segundo semestre el ritmo de las negociaciones con los agentes sociales será intenso. También de manera bilateral, entre sindicatos y patronal, pues cuestiones como el teletrabajo o los salarios.

Contrarreforma laboral

La derogación de la reforma laboral viene siendo el late motiv de las manifestaciones del Primero de Mayo desde que el PP la aprobó en 2012. Los sindicatos aguardaron su oportunidad mientras Rajoy estaba en el Gobierno y desde que Sánchez es presidente le vienen reclamando que cumpla esa promesa electoral. Más será presumiblemente este año, cuando el Gobierno se ha comprometido con ello ante Bruselas, que esa derogación tiene visos de materializarse. Parcialmente.

Los temas actualmente encima de la mesa son la reforma de las condiciones de la subcontratación; centrada esta en blindar que los empleados de una firma externalizada no puedan cobrar por debajo de lo que marca el convenio sectorial. Otra cuestión que la vicepresidenta tercera le ha prometido a la UE es la reforma de la ultraactividad, aunque todavía no está claro si esta será ampliada o volverá a ser indefinida.

Pensiones

La otra derogación que reclaman desde hace años los sindicatos al Gobierno es la de pensiones de 2013. Y con el Gobierno tienen más claro lo que quieren suprimir, que la fórmula que debe sustituirla. Es el caso del factor de sostenibilidad, que liga la revisión de las pensiones a la esperanza de vida de los jubilados. El Ejecutivo ha prometido suprimirlo, pero su recambio no está claro y las centrales recelan de las intenciones del ministro José Luís Escrivá.

Nuevos ERTE

Si la crisis de la covid no se ha llevado más empleos por delante (consumió 850.000 en su primer mes) fue por las ayudas públicas para que las empresas fueran al ERTE y no despidieran. Hasta 3,5 millones de trabajadores llegaron a estar cubiertos por este mecanismo, que ha supuesto un coste para el erario público sin precedentes. Trabajo se ha comprometido ante Bruselas, tal como recoge el Plan de Recuperación, a prorrogar de manera transitoria las ayudas hasta final de año. Hasta ahora el formato ha sido trimestral, así que quedarían dos prórrogas más. Y, a partir del 2022, su intención es pactar con sindicatos y patronal un modelo permanente.

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