La factoría de Ford Almussafes no gana para disgustos. A una caída de ventas estructural que ya afectaba a la fábrica valenciana desde hace un par de años se le sumó posteriormente la pandemia y poco después una escasez mundial de microchips que azota a toda la industria pero que se está cebando con especial virulencia con la automoción. Como consecuencia, desde 2020 la plantilla ha sufrido ocho expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) para ajustar la producción a la demanda y dos ERE que han dejado cerca de mil despidos.

El octavo ERTE, anunciado el lunes, se concretó ayer tras el acuerdo entre la multinacional y el sindicato mayoritario en Almussafes, UGT. El expediente se extenderá desde el 1 de julio hasta el 31 de septiembre y afectará en total a más de 6.100 trabajadores, dejando en casa cada día al menos a 1.400 empleados. Asimismo, supondrá la prórroga de la suspensión del turno de noche —cancelado en mayo y que debía volver a la actividad en julio—, al menos hasta octubre.

Según informaron los sindicatos, la empresa justificó este nuevo ERTE en la falta de semiconductores que afecta globalmente a la industria del automóvil. La extensión temporal del expediente ya se conocía, pero faltaba por concretar su alcance en términos de producción y empleo. Según los cálculos sindicales, los paros en la factoría provocarán que en esos tres meses Almussafes fabrique 26.000 vehículos y 30.000 motores menos. Un volumen cercano al que se llevó por delante el anterior ERTE, del cual se adelantaron los días a julio para completarlo antes y poder plantear este nuevo expediente temporal.

Ahora, la planta de producción de vehículos no trabajará el 14 y 15 de julio y la semana completa del 13 al 17 de septiembre, siete jornadas en total. Por su parte, la de motores se detendrá seis días en julio (9, 14, 15, 19, 20 y 21), dos en agosto (30 y 31) y nueve en septiembre (1, 10, del 13 al 17 y del 24 al 27), hasta sumar 17 días de inactividad. Mientras que las líneas de mecanizados, que pertenecen a motores, serán las más castigadas con 23 días de paros repartidos entre los tres meses.

En suma, Almussafes se detendrá por completo durante dos semanas: el 14 y el 15 de julio (que unidos a las fiestas locales implicarán que no se producirá del 12 al 16 de julio) y del 13 al 17 de septiembre.

Un problema que se agrava

El presidente del comité de empresa y portavoz de UGT, Carlos Faubel, no se mostró demasiado optimista sobre la evolución de esta crisis de semiconductores. Aseguró que la situación es «cada vez más complicada» en la fábrica y que lejos de acabar, la escasez «va a continuar porque el problema se está agravando». Por eso, destacó que 2021 lleva camino de ser peor que 2020 en términos de producción.

En ese contexto, avanzó que a la vuelta de las vacaciones estivales reclamarán a la dirección de Ford Almussafes la apertura de las negociaciones para la renovación del convenio colectivo, un paso que daría «algo de certidumbre» a una plantilla muy castigada tanto moral como económicamente durante el último año.