Más allá de las previsiones para 2022 tras las buenas noticias llegadas de Reino Unido, el primer triunfo para el sector turístico valenciano ha sido la gran afluencia al estand de la Comunitat Valenciana en el pabellón 7 de Ifema durante los dos primeros días de Fitur. Lejos de la triste imagen de 2021, donde la feria se celebró bajo mínimos por los condicionantes sanitarios, esta edición ha dejado estampas muy diferentes tanto de visitantes particulares como de profesionales.
Ya en la jornada inaugural se produjeron colas kilométricas. Algunos profesionales no llegaron a tiempo a reuniones concertadas al tener que esperar más de dos horas para acceder al recinto, ya que las comprobaciones de documentos sanitarios retrasaron la entrada de los asistentes. Y en el interior, la situación se repite. La zona valenciana dispone de un amplio espacio central reservado para que las 186 empresas que este año acuden a Fitur, más que en 2019, puedan “comprar y vender”, que según el secretario autonómico Francesc Colomer es “lo importante”.
En contraposición a la edición previa, este año el movimiento ha sido incesante y en muchos momentos todas las mesas estaban ocupadas. Las sensaciones entre esos profesionales eran muy similares, con el “optimismo”, la “esperanza” y la “confianza” como conceptos más repetidos entre asociaciones de guías turísticos, hoteles o agencias de viaje.
Colomer ha incidido en esta apuesta. “Nuestro estand puede no ser el más espectacular, pero está preparado para que nuestras empresas compitan”. “Ojo con la sobreactuación en economía y en turismo”, ha añadido en referencia a otros destinos con más elementos luminosos o más decibelios.
También Ximo Puig ha destacado la vertiente profesional de esta edición de Fitur. “Han venido 186 empresas, mas que en 2019”, ha celebrado antes de apuntar que Fitur es “una oportunidad para reservar el papel protagonista a las empresas”. “Es un espacio de negocio para atraer nuevos turistas y productos y para retener a los ya consolidados”, ha añadido.
El líder del Consell también ha hecho referencia a la transformación de la presencia valenciana en la feria de turismo madrileña. "Fitur es un espacio cada vez más profesionalizado. Hemos pasado de la feria de las vanidades que era antes, con una representación que iba más allá del negocio, a una feria donde realmente se trata de negociar, acordar y plantear nuevos productos, y eso se hace con una combinación entre destinos y empresas que es fundamental. Al final, el protagonismo es de las empresas y aquellos que captan clientes y eso requiere colaboración público privada", ha defendido.