Pese a ser un año de complicaciones económicas, con la inflación y la crisis energética como principales factores, el año 2022 dejó una ganancia en las empresas inscritas en la Seguridad Social en la Comunitat Valenciana. Un total de 1.150 compañías, según los datos ofrecidos por el Institut Valencià d’Estadística correspondientes al cuarto trimestre del año, alzaron por primera vez la persiana durante este ejercicio, lo que permitió a la autonomía superar la simbólica barrera de las 150.000 mercantiles en marcha. No obstante, tras este positivo dato se esconde una profunda brecha territorial, ilustrado en sus extremos por el 7,1 % de firmas incrementadas en el Rincón de Ademuz y el 3,3 % de las perdidas en Els Ports.
En una mirada general a la Comunitat, hasta 14 de las 33 comarcas valencianas (un 42,42 % del total) perdieron empresas durante 2022. Como primera variante destacable de ello, la mayoría de estas pérdidas empresariales se dieron en territorios situados en el interior de la autonomía, con la excepción relevante tanto del citado Rincón de Ademuz –que registra ese incremento considerable debido a su reducido número de compañías (75, cinco más que en 2021)– como del Valle de Cofrentes-Ayora (2,3 %).
En cambio, en la costa, todas las comarcas registraron un signo positivo en esta creación empresarial que va entre el 2,8 % de mejora de la Marina Alta –donde se sitúan destinos que con la vuelta del turismo recuperan peso como Xàbia o Dénia– y el 0,2 % de la Plana Baixa. Eso sí, con una excepción en la Ribera Baixa. No en vano, en esta última se han visto reducido el número de mercantiles en localidades principales como Almussafes (-6,23 %) Sollana (-5,98 %), Cullera (-0,59 %) y Sueca (-0,53 %).
En este aspecto territorial, también es relevante que 5 de las 14 comarcas con balance de creación negativo se hallen en una provincia castellonense que tiene ocho subdivisiones. O lo que es lo mismo, hubo más comarcas con balance negativo que positivo. No sucede lo mismo en Valencia (7 de 16 territorios, un 43,7 %) y Alicante, donde únicamente están a la baja dos de las nueve comarcas (22 %).
Impacto en la despoblación
Otro destacado dato es que la mayoría de caídas en la creación de compañías se dan en aquellos enclaves donde ya existía de base un menor número de empresas implantadas. Como muestra, solo en tres de ellas hay inscritas en la Seguridad Social más de 2.500 empresas: La Vall d’Albaida (2.753), l’ Alcoià (3.346) y la Ribera Alta (5.547). Ello significa que el golpe se da especialmente en aquellas comarcas con menos firmas –lo que lleva aparejado, normalmente, una menor población–, aquellas que no llegan ni siquiera a las 1.000 empresas totales, agravando con ello el despoblamiento.
La situación contrasta con los grandes núcleos económicos como València (27.560 mercantiles, un tercio del total de la provincia), l’Alacantí (15.264), l’Horta Sud (12.382) o el Baix Segura (10.888), todas ellas en valores de evolución positivos.
Dentro de ellas, asimismo, se encuentran la mitad de los municipios con mayor número de firmas en 2022 como son Torrevieja (primer puesto), Orihuela (tercero), València (sexto), Torrent (octavo) y la ciudad de Alicante (noveno). Completan el ranking Paterna (segunda posición), Elx (cuarta), Benidorm (quinta), Castelló de la Plana (séptima) y Gandia (décima).