Un verano de frutas escasas y caras por la sequía

Los agricultores reprochan los precios bajos en origen y la escasa rentabilidad que han hecho que en los últimos años se haya dejado de sembrar frutas verano, sobre todo sandías y melones. Los precios de venta al público durante este verano ya superan los tres euros por kilogramo

Puesto de venta de frutas en una tienda de Alicante, en una imagen de esta semana.

Puesto de venta de frutas en una tienda de Alicante, en una imagen de esta semana. / Áxel Álvarez

José Luis Zaragozá

José Luis Zaragozá

La campaña de fruta de verano empezó con precios de ruina en el campo en algunos casos y ha derivado, a la vista están algunas estanterías de las principales cadenas de supermercados en España, en escasez de productos. Por eso los precios se disparan una barbaridad: el doble o el triple respecto a dos años precedentes. Y es que, la sequía recorta hasta un 50% las cosechas hortofrutícolas en algunos cultivos como el melón o la sandía. Además, cereales, aceitunas y frutas de hueso también sufren de lleno aquella escasez de lluvias primaverales que no se había visto en las últimas décadas. A esa lista podría sumarse una de las hortalizas más importantes de la gastronomía española: el tomate.

Estos días numerosos establecimientos, sobre todo de la gran distribución, están sufriendo escasez, incluso desabastecimiento, de dos productos emblemáticos de la dieta mediterránea en verano: el melón y la sandía. Este hecho, que preocupa a los consumidores, viene a conformar una situación «demencial», según denuncia la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos. Dicha escasez viene acompañada de precios bajos en origen para estos productos en distintos momentos de la campaña, que aunque en ciertos momentos se han recuperado no compensan las pérdidas.

La organización advierte que no se está cumpliendo la lógica de oferta y demanda. La razón hay que buscarlas en los «comportamientos indeseados de intermediarios y de ciertas grandes cadenas de la distribución, que juegan con elementos como son las importaciones de países terceros, las previsiones de venta de los productos, las cotizaciones en origen y los precios de venta al público de los mismos», asegura un informe de la UPA presentado esta semana.

En busca de rentabilidad

La situación, a pesar de la existencia de una nueva Ley de la Cadena Alimentaria que busca frenar estas situaciones, no es, a juicio de UPA, la de un mercado «sano y estable», sino la de un sector «cautivo» que no permite a los agricultores obtener una justa rentabilidad y que preocupa a los consumidores, pues sienten escasez de productos, en ciertos casos, y encarecimiento injustificado, en otros.

Según los análisis elaborados por UPA, los precios en origen del melón en Murcia, la Comunitat Valenciana y Andalucía se sitúan esta campaña entre un 30 y un 40% por debajo de los de la campaña anterior. Cotizaciones que además han ido descendiendo considerablemente desde el inicio de la campaña. En el caso de la sandía, el precio medio para 2022 fue de 0,60€/kg. en origen y en 2023 (hasta la pasada semana) es de 0,49€/kg, lo que supone un 19% menos. Eso contrasta con los tres euros por kilo de sandía que ya se paga en los ‘súper’, donde también escasea por falta de producción. Mientras, los precios de venta al público durante este verano ya superan los tres euros por kilogramo.

Este año la meteorología ha sido muy perjudicial para la sandía y el melón, las dos fruta-hortalizas por excelencia de la dieta mediterránea en verano. Ello ha provocado una reducción de la producción de estos productos en las zonas productoras: Murcia, Almería y Castilla-La Mancha. Aunque es pronto para disponer de datos consolidados, solo en Andalucía se ha plantado un 22% menos que la media de los últimos cinco años.

Promociones abusivas

Según los agricultores se siguen detectando ofertas abusivas con la fruta, como es el caso de la fruta de hueso, donde hay folletos vigentes actualmente ofreciendo nectarina a precios que «rozan lo abusivo». Esto demuestra que sigue siendo necesario perseguir los comportamientos irresponsables, que buscan jugar con los productos, abusando de los agricultores y jugando con los consumidores.

«Merecemos -según explica el secretario general de UPA, Lorenzo Ramos- unos mercados de la fruta estables y con reglas justas, con un fuerte control de las importaciones y con visión a largo plazo, que proteja a los agricultores españoles, pues son ellos quienes aseguran la disponibilidad de producto y la soberanía alimentaria de nuestro país».

Suscríbete para seguir leyendo