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Es de bien nacidos...

Viernes, 29 de octubre, dos de la tarde. Enfrascados como estamos en el siempre intenso arran­que de campaña, más de 50 exportadores apuestan por acudir a la cita convocada por el Comité de Gestión de Cítricos (CGC). No había convenio alguno que negociar, tampoco tenían or­den del día fijado. Habían si­do llamados para algo mucho más relevante, para rendir homenaje e intentar saldar deudas. Lle­garon para reconocer la trayectoria de un trabajador, de un ejecutivo con casi cuatro dé­ca­das a su es­palda de compromiso, no con esta entidad sino con el sector citrícola. Así lo destacó el secre­ta­rio autonómico de Agricultura, Francisco Rodriguez Mulero, quien acudió al evento y quiso tomar la palabra para aclarar que «antes en la oposición o ahora en el Gobierno, siem­pre que tenía alguna duda, Pepe me la aclaraba con objetividad y rigor».

José Martínez merecía y merece por su valía, el trato más respetuoso pero para todos, era y es Pepe cuando no, José. Lo destaco porque ésa informalidad era buena muestra de su cercanía, de su identificación plena con nuestros asociados y por ex­ten­sión con todo aquel que quisiera acercarse al mundo de la citricultura. Sí, Martínez es, como coin­cidimos en destacar antes Antonio Muñoz y un servidor, «un hom­bre inteligente, un hombre de sector». En los casi 25 años al frente de nuestra asociación de ex­por­tadores navegó entre aguas no siempre plácidas, turbulentas más bien, pero supo mantener el rumbo.

Martínez deja con su jubilación su impronta pero también un legado importante. Dos días an­tes de ésa comida de reconocimiento, su sucesora y nuestra nueva directora general, In­ma­cu­lada Sanfeliu, acudía al Congrés Citrícola L'Horta Sud y hacía balance de la pasada campaña pa­ra resituarnos y afrontar la presente. Aquella sucesión de temporales entre noviembre y di­ciem­bre supusieron unas pérdidas ré­cord -incluidas las habituales derivadas del destrío- de unas 411.000 toneladas (t) de mandarinas, fundamentalmente clementinas, sobre todo en Cas­te­lló (alrededor del 17% de la producción) y de 315.000 en las na­ran­jas (el 9%). La tem­porada de clementinas quedó muy tocada, especial­men­te en Castelló pero ni por ésas se re­bajó el listón y España siguió defendiendo su liderazgo mundial en la exportación en fresco.

Fue la campaña 2016/2017, en concreto, la quinta con cifras más altas, con 3,704 millones de t. alcanzadas. En las últimas siete temporadas siempre he­mos estado por encima de las 3,6 millones de t. (con campañas de récord o pró­xi­mas), cantidad que se juzga como apropiada para satisfacer la demanda. Afrontamos vo­­lúmenes de co­secha menores y tendremos que acostumbrarnos: analizados los datos de ventas de plan­to­nes cetificados, nos alejamos del boom de ventas de la década entre la 95/96 y la 2005/06 y la mayor pro­duc­ción ya no vendrá tanto de nuevas plantaciones como del incremento en los rendimientos de las existentes.

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