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La empresa

Las farolas que todo lo ven

La ingeniería Uvax desarrolla soluciones que convierten el alumbrado público en una red de transmisión de datos. Sus productos están instalados en aeropuertos de Las Vegas y en paneles informativos de Roma

La próxima vez que se acerque a una farola -a pie, en coche o en bicicleta-, mire hacia arriba, si puede, y seguro que la ve de otra manera. El alumbrado público es mucho más que una forma de dar luz a una zona y puede convertirse en el Gran Hermano de una ciudad inteligente, gracias a productos como los de la ingeniería valenciana Uvax.

La empresa controlada por su consejero delegado y fundador, Antonio Royo, diseña, fabrica y comercializa nodos que se introducen en los cabezales de las farolas y que convierten el alumbrado público en una red de transmisión de datos. Los nodos obtienen la información de unos sensores (también dentro de la farola) y la mandan a la nube.

El uso que se dé a esa información dependerá del dueño de la farola, ya sea un ayuntamiento o una empresa. Pero, en general, suelen servir para encender y apagar las luces, regular la intensidad de luz a cualquier hora del día o adaptarla a las condiciones meteorológicas, de tráfico o de viandantes. También se emplean para convertir las rotondas en infraestructuras inteligentes o informar al ciudadano a través de paneles, entre otros.

Los nodos de Uvax están implantados en ciudades españolas como Santander (22.000 puntos de luz), Torrent (12.000) y Alcobendas (4.000). Pero también, en el extranjero, en Roma (para suministrar información a paneles informativos), Las Vegas (para permitir el reconocimiento facial de toda persona que entra o sale del hangar del aeropuerto de la ciudad estadounidense) o en Berlín (para detectar qué zonas de la ciudad tienen más población de cara a instalar las nuevas paradas de una futura línea de metro).

Uvax compite en el mercado con otras dos empresas españolas, Continental y Televés. El año pasado, facturó 3,5 millones de euros y el 20 % de los ingresos procedió de los mercados internacionales. La empresa tiene su sede en el parque empresarial Táctica, en Paterna, cuenta con 21 empleados y posee filiales comerciales en Estados Unidos, Italia, China y Singapur.

Rojo explica que este año la previsión es más que duplicar esta cifra y llegar a los ocho millones de ingresos, a raiz de los pedidos que ya tienen contratados. Su gran objetivo es potenciar la internacionalización, en especial en Latinoamérica.

El ejecutivo asegura que para este crecimiento necesitará dar entrada a un socio financiero. De hecho ya mantiene conversaciones con varios fondos y la incorporación al capital se espera de forma inminente. «La compra de los placas y de otros componentes que necesitamos para suministrar los nodos a nuestros clientes nos obliga realizar desembolsos que ahora no podemos hacer en solitario», explica Rojo.

Fibra de vidrio y oro químico

Los nodos, unas cajas negras que en cierta manera recuerdan a la de los aviones, se fabrican a partir de unas placas de fibra de vidrio, que Uvax compra a proveedores chinos. Los componentes que ella introduce después en esas placas, que son milimétricas y se almacenan en bobinas blancas, se montan de forma automática. De esta forma las máquinas dan forma a 96.000 componentes por hora, asegura el consejero delegado de la ingeniería valenciana.

Contemplar el proceso en vivo y en directo permite descubrir cómo una simple pieza verde, la placa, prácticamente lisa, puede servir de base para construir el nodo. Antes son necesarias varias fases, como un baño de estaño y un periodo de cocción.

Recarga coches eléctricos

Las soluciones que Uvax pone en las farolas se están utilizando para nuevos usos, como para dar servicio a estaciones de recarga de vehículos y bicicletas eléctricas. «Las farolas pueden convertirse en esas estaciones de carga y nuestros productos permiten, por ejemplo, saber qué cantidad de energía ha consumido cada persona o poder pagar el servicio a través de una tarjeta», indica Rojo.

Los servicios inteligentes de la Uvax no sirven solo para farolas. También pueden implantarse en contenedores de basura para que las empresas de recogida sepan cuándo están llenos y cuándo no. «Así mandan al camión a recoger sólo cuando toca», afirma el ejecutivo valenciano formado en Suiza.

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