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Urbanismo

De campo de coles a distrito de oro

El anuncio de Juan Roig de que va a invertir cerca de ciento noventa millones de euros en un pabellón de deportes con 15.000 asientos para el Valencia Basket y todo tipo de eventos ha supuesto el espaldarazo definitivo para Quatre Carreres. El Plan de Actuación Integrada (PAI) estaba formado por huertos hace apenas trece años y le cogió de lleno el estallido de la burbuja inmobiliaria. Su desarrollo ha estado completamente paralizado durante una década a pesar de su potencial al estar situado a quinientos metros de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Fue la primera zona de València en la que volvieron las grúas tras el parón de la crisis con una promoción de Solvia. Las principales inmobiliarias del país se han hecho en los últimos meses con todo el suelo para levantar urbanizaciones con piscina, gimnasio y club social, y el precio de los pisos ronda entre los 2.100 y 2.400 euros el metro cuadrado cuando la media de la ciudad está en los 1.341 euros (según el último informe de la tasadora Tinsa).

El PAI de Quatre Carreres limita con el pabellón de la Fonteta, el centro comercial El Saler y la avenida Antonio Ferrandis en la ronda sur. En el año 2005, la entonces alcaldesa de València, Rita Barberá, visitó las obras y destacó que iba a dejar de ser «un campo de coles». En aquel momento, la ronda sur todavía estaba incompleta y se cortaba en el túnel que hoy da a la avenida Antonio Ferrandis. El PAI implicaba la inversión de 23,8 millones de euros para urbanizar 266.122 metros cuadrados en los que hay previstas 1.700 viviendas.

El Plan de Actuación Integrada de Quatre Carreres fue aprobado con dos partes bien diferenciadas: una en la que debía levantarse la denominada Ciutat del Rugby y otra de 14 hectáreas para las 1.700 viviendas. La primera parte salió adelante en el mismo año 2005. La segunda parte no avanzó prácticamente nada pues solo se activaron dos promociones (unas torres de viviendas colindantes al centro comercial El Saler) y se renunció a las que en aquel momento iban a ser las estrellas del PAI. La Torre de la Música de la Berklee College of Music de Boston (95 millones de euros) y la segunda escuela oficial de idiomas (7 millones de euros).

La urbanización del propio PAI naufragó. Las obras de las parcelas y las calles estaban prácticamente terminadas en 2009, pero la promotora quebró. La adjudicataria era la mercantil Urbanizadora Quatre Carreres (participada al 50 % por Caja Castilla la Mancha), que se declaró en concurso con un pasivo de más de 90 millones de euros.El Ayuntamiento de València decidió impedir el acceso a las calles para evitar el vandalismo y los robos de cable, y el PAI fue durante siete años una zona fantasma. El consistorio finalizó por su cuenta las obras con el aval de la promotora y abrió por fin las calles en septiembre de 2016.

En ese momento, la suerte del nuevo barrio ya había comenzado a cambiar. Juan Roig decidió construir l´Alqueria del Basket junto a la Fonteta y el nuevo ciclo alcista del sector inmobiliario empezaba a despuntar. Solvia abrió el fuego a mediados de 2016 con una promoción de 110 viviendas y desde entonces los proyectos no han parado. Ahora mismo se están comercializando novecientas viviendas.

«Empujón definitivo»

José Manuel Martínez, director de residencial de Olivares Consultores, explicó que el anuncio del pabellón de Juan Roig «ha sido el empujón definitivo. El miedo que tiene todo el mundo al elegir un barrio de nueva creación es que no se consoliden los servicios. Ya sabíamos que se iba a producir la noticia del pabellón, pero para los clientes supone consolidar su decisión de compra porque son conscientes de que se va a revalorizar». El responsable de residencial de Olivares Consultores añadió que Quatre Carreres es la zona de expansión de València con mayor ritmo de ventas. «Tiene muy buenas comunicaciones y está junto a la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Es una zona que antes del anuncio de Roig ya tenía muy buen desarrollo», subrayó.

Las obras del Arena y de su área comercial tendrán un coste de 192 millones de euros, financiados íntegramente por Juan Roig. El pabellón se levantará sobre el solar situado entre l´Alqueria del Basket y la ronda sur. Exactamente, entre las calles Ángel Villena, Bomber Ramón Duart y la avenida Antonio Ferrandis. Es una parcela de propiedad municipal de 41.000 metros cuadrados que el ayuntamiento va a ceder en régimen de concesión por cincuenta años. La intención de Roig era comprar el terreno, pero al final el ayuntamiento le convenció de que una concesión agilizaría el proyecto. La mitad del suelo será ocupada por el pabellón y el resto por una zona comercial. El objetivo de Roig es que el Arena se convierta en un espacio con eventos musicales, artísticos y deportivos de primer nivel nacional e internacional. Un informe del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) revela que el impacto económico en la ciudad del nuevo pabellón será superior a 10 millones de euros al año. Si todos los trámites administrativos se desarrollan según el calendario previsto, el Arena del Valencia Basket abrirá sus puertas en 2022.

En este momento se están comercializando en Quatre Carreres viviendas de las promotoras Aedas, Neinor, Solvia, Q 21 Real Estate, Libra, Vital Inmobiliaria y Prygesa. José Manuel Martínez destacó que las promociones son con urbanizaciones que dispondrán de piscina, gimnasio e incluso algunas tendrán club social con cocina. Prygesa (que es una firma madrileña del grupo Pryconsa) promueve «Quatre Carreres Plaza», que son dos edificios con 79 viviendas de protección pública y 49 viviendas libres. Aedas tiene el proyecto Carreres, 10, que está compuesto por 59 pisos de tres y cuatro dormitorios que parten de 298.000 euros. Neinor Homes vende 100 viviendas de entre dos y cinco dormitorios por entre 260.000 y 461.000 euros. Q 21 construye la promoción Atrium, que es una urbanización privada formada por dos edificios de gran altura con viviendas de 2, 3 y 4 dormitorios, así como áticos dúplex y lofts. La cooperativa Libra comercializa 67 viviendas en una torre de 15 alturas. Vital Inmobiliaria va a construir 66 viviendas libres y de protección oficial en la calle Ángel de Villena. Los precios de salida parten de unos 210.000 euros por una vivienda de 100 metros cuadrados. El responsable de residencial de Olivares se mostró convencido de que los precios continuarán al alza en esta zona de València.

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