A Alfonso Rus le gusta equipararse con el Cid Campeador, aquel que consiguió que incluso muerto le siguieran sus hombres. Anoche, el alcalde Xàtiva quiso brindar a los suyos una demostración de fuerza horas después haber confirmado oficialmente „en el último día de campaña„que encabeza la candidatura del PP a pesar de haber sido suspendido de militancia del partido. Rus, sin embargo, no consiguió ni mucho menos llenar el patio de la Casa de la Cultura en su acto de aclamación „alrededor de 300 personas„ ni mostró el habitual vigor en su discurso. El público se puso en pie y rindió varias ovaciones al candidato, aunque sin el fervor de ocasiones anteriores. En contraste con el mitin central de 2011, no había ningún mando autonómico y los alcaldes que acudieron a arroparlo se podían contar con los dedos de una mano. Pese a todo, la imagen del PP estaba anoche por todas partes y el himno de los populares sonaba de fondo. El alcalde pidió a los asistentes que apoyen al PP mañana «aunque a mí me hayan apartado» porque «es el único partido que tiene rigor y que puede sacar a España de la ruina» a pesar de que, puntualizó, «no sabemos vendernos». Los asistentes reaccionaron con un respaldo total al candidato y algún abucheo hacia al partido. Rus indicó que «no he hecho nada mal» y afirmó que está «pasando días malos» porque «la presunción de inocencia para unos vale y para otros no». Un órdago a quien corresponda. A continuación, dijo sentir «impotencia» de «no poder decirle a la gente la realidad», aunque reiteró que «se dirá, que no lo dude nadie que se dirá y se actuará contra los que están intentado difamarme». El candidato aseguró que «se han cepillado mi derecho al honor» si bien se mostró convencido de que mañana revalidará la mayoría absoluta en Xàtiva. «Todos me preguntaban 'qué haremos'? Qué vamos a hacer? Ganar otra vez», clamó el dirigente, que recibió la «confianza total» de la agrupación local del PP.