La Guardia Urbana de Barcelona y los Mossos d'Esquadra desalojaron a 5.500 personas por hacer botellón en espacios públicos de la capital catalana durante la semana del 10 al 16 de agosto, según ha detallado este miércoles el teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle. En total, se han interpuesto 200 denuncias por esta práctica, que está prohibida por la Generalitat, dentro de las medidas para limitar la propagación del coronavirus.

"Parece mentira que tengamos que estar actuando cada día por este tema", ha lamentado Batlle. Es un tema que "preocupa y alarma", ha subrayado el edil socialista, que ha vuelto a hacer un llamamiento a la responsabilidad de los ciudadanos.

El teniente de alcalde ha señalado asimismo que en la misma semana se realizaron también 8.600 avisos por no llevar mascarilla o llevarla mal puesta en la ciudad, y que constan 100 denuncias a personas que, una vez advertidas, no siguieron la instrucción.

Sobre la restricción de no fumar en las calles, ha hecho una apelación al sentido común y a la convivencia y ha asegurado que "si se producen abusos" también se sancionará. La prohibición de fumar al aire libre si no se puede respetar la distancia mínima de dos metros entró en vigor este martes, y Batlle ha pedido a la ciudadanía que sigan las indicaciones: "Habrá que ver qué evolución se hace".