Destino Santa Pola: acepta el reto

Piénsalo bien si tu intención es venir. Porque Santa Pola es adictiva. No habrá vuelta atrás si aceptas el reto de compartir la mejor calidad de vida que puedas imaginar, la más rica gastronomía del mar, los atardeceres más espectaculares y la calidez de nuestro clima y gentes. Recuerda: no habrá vuelta atrás y siempre querrás volver.

El Mediterráneo ha bañado la historia de Santa Pola, turística y pesquera, conocida por la excelencia de sus playas, sus paseos marítimos, su variado paisaje y una rica gastronomía. Y no dudes que sigue conservando su idiosincrasia, su aroma marino de pueblo pesquero.

Teniendo una ubicación privilegiada, a solo 10 kilómetros del aeropuerto internacional de Alicante, más de 300 días de sol al año, una temperatura media de 18 grados, bellísimas puestas de sol, la amabilidad de sus gentes y la posibilidad de comprar a diario pescado, frutas y verduras frescas, entenderás que sea adictiva.

Naturaleza

Imagina cómo será su entorno natural si más del 70 % del territorio está protegido. Puedes elegir entre 11 km de costa de fina arena, con las playas Tamarit, Lisa, Levante, Varadero, la Gran Playa y las calas Santiago Bernabeu y Santa Pola del Este; así como descubrir elementos naturales tan singulares como el Cabo, la Sierra o el Parque Natural de las Salinas, famoso por el flamenco rosa.

Una de las playas de Santa Pola. / ED
Una de las playas de Santa Pola. / ED

A 3 millas de distancia emerge la Isla de Tabarca, enclave idílico para la práctica del buceo y Reserva Marina cuyas aguas cristalinas son de un espectacular azul turquesa. Desde el puerto de Santa Pola, parten embarcaciones durante todo el año hacia la isla, declarada en 1964 conjunto histórico nacional.

Deportes

El buen clima, los paseos marítimos y el aroma del mar te invitan a hacer footing, senderismo o bicicleta a lo largo de la costa o descubriendo senderos por la Sierra, una formación acantilada que se eleva a 144 metros sobre el nivel del mar. En sus estribaciones se encuentra el cabo que marca el punto final de la bahía de Alicante.

Un atardecer en Santa Pola. / ED
Un atardecer en Santa Pola. / ED

En su punto más alto se encuentra la Torre Vigía Atalayola, el actual faro. Este espacio es de gran relevancia ambiental, ya que es uno de los pocos ejemplos de arrecife fósil del litoral mediterráneo, y alberga una interesante vegetación y fauna.

Además, sus modernos puertos deportivos, como el Club Náutico o el Marina Miramar, y una bahía resguardada crean el binomio perfecto para practicar windsurf, kitesurf, vela, kayak, natación o submarinismo. Otras instalaciones deportivas destacadas son los dos campos de fútbol, el Estadio Municipal Manolo Maciá, los tres pabellones municipales, las pistas de padel, tenis y petanca, el Skatepark Santa Pola, o el Polideportivo Paco Hernández.

Gastronomía

Comer en Santa Pola es un placer para los sentidos. Destaca por su tradicional y variada gastronomía basada en pescados y mariscos de la bahía, con el arroz como ingrediente estrella de su cocina.

Con la base del “Peix de Santa Pola”, nuestra marca de calidad del producto desembarcado a diario en el puerto, se elaboran los típicos arroz a banda, caldero de gallina, caldereta de bogavante o el tradicional “arrós i gatet”. No dejes de probar manjares como la gamba roja, la quisquilla, la cigala o los salazones.

Otros platos típicos que no te puedes perder son el gazpacho de mero, el blanquillo de rape y el inigualable caldero de gallina con patatas y allioli. Descubre todo lo que puedes hacer en Santa Pola.