Ver más galerías relacionadas
Moisés Domínguez
Ver galería >La Batalla de Flores tiene un colofón muy peculiar: cuando se abre el acceso, aquellos que no han podido participar desde un palco aprovechan la alfombra de clavellones para improvisar su particular batalla o hacerse fotos de recuerdo, especialmente un muy abundante público foráneo. La clase política también se suma a las fotos de recuerdo
La Batalla de Flores tiene un colofón muy peculiar: cuando se abre el acceso, aquellos que no han podido participar desde un palco aprovechan la alfombra de clavellones para improvisar su particular batalla o hacerse fotos de recuerdo, especialmente un muy abundante público foráneo. La clase política también se suma a las fotos de recuerdo
La Batalla de Flores tiene un colofón muy peculiar: cuando se abre el acceso, aquellos que no han podido participar desde un palco aprovechan la alfombra de clavellones para improvisar su particular batalla o hacerse fotos de recuerdo, especialmente un muy abundante público foráneo. La clase política también se suma a las fotos de recuerdo
La Batalla de Flores tiene un colofón muy peculiar: cuando se abre el acceso, aquellos que no han podido participar desde un palco aprovechan la alfombra de clavellones para improvisar su particular batalla o hacerse fotos de recuerdo, especialmente un muy abundante público foráneo. La clase política también se suma a las fotos de recuerdo
La Batalla de Flores tiene un colofón muy peculiar: cuando se abre el acceso, aquellos que no han podido participar desde un palco aprovechan la alfombra de clavellones para improvisar su particular batalla o hacerse fotos de recuerdo, especialmente un muy abundante público foráneo. La clase política también se suma a las fotos de recuerdo
La Batalla de Flores tiene un colofón muy peculiar: cuando se abre el acceso, aquellos que no han podido participar desde un palco aprovechan la alfombra de clavellones para improvisar su particular batalla o hacerse fotos de recuerdo, especialmente un muy abundante público foráneo. La clase política también se suma a las fotos de recuerdo
La Batalla de Flores tiene un colofón muy peculiar: cuando se abre el acceso, aquellos que no han podido participar desde un palco aprovechan la alfombra de clavellones para improvisar su particular batalla o hacerse fotos de recuerdo, especialmente un muy abundante público foráneo. La clase política también se suma a las fotos de recuerdo
La Batalla de Flores tiene un colofón muy peculiar: cuando se abre el acceso, aquellos que no han podido participar desde un palco aprovechan la alfombra de clavellones para improvisar su particular batalla o hacerse fotos de recuerdo, especialmente un muy abundante público foráneo. La clase política también se suma a las fotos de recuerdo
La Batalla de Flores tiene un colofón muy peculiar: cuando se abre el acceso, aquellos que no han podido participar desde un palco aprovechan la alfombra de clavellones para improvisar su particular batalla o hacerse fotos de recuerdo, especialmente un muy abundante público foráneo. La clase política también se suma a las fotos de recuerdo
La Batalla de Flores tiene un colofón muy peculiar: cuando se abre el acceso, aquellos que no han podido participar desde un palco aprovechan la alfombra de clavellones para improvisar su particular batalla o hacerse fotos de recuerdo, especialmente un muy abundante público foráneo. La clase política también se suma a las fotos de recuerdo
La Batalla de Flores tiene un colofón muy peculiar: cuando se abre el acceso, aquellos que no han podido participar desde un palco aprovechan la alfombra de clavellones para improvisar su particular batalla o hacerse fotos de recuerdo, especialmente un muy abundante público foráneo. La clase política también se suma a las fotos de recuerdo
La Batalla de Flores tiene un colofón muy peculiar: cuando se abre el acceso, aquellos que no han podido participar desde un palco aprovechan la alfombra de clavellones para improvisar su particular batalla o hacerse fotos de recuerdo, especialmente un muy abundante público foráneo. La clase política también se suma a las fotos de recuerdo
La Batalla de Flores tiene un colofón muy peculiar: cuando se abre el acceso, aquellos que no han podido participar desde un palco aprovechan la alfombra de clavellones para improvisar su particular batalla o hacerse fotos de recuerdo, especialmente un muy abundante público foráneo. La clase política también se suma a las fotos de recuerdo
La Batalla de Flores tiene un colofón muy peculiar: cuando se abre el acceso, aquellos que no han podido participar desde un palco aprovechan la alfombra de clavellones para improvisar su particular batalla o hacerse fotos de recuerdo, especialmente un muy abundante público foráneo. La clase política también se suma a las fotos de recuerdo
La Batalla de Flores tiene un colofón muy peculiar: cuando se abre el acceso, aquellos que no han podido participar desde un palco aprovechan la alfombra de clavellones para improvisar su particular batalla o hacerse fotos de recuerdo, especialmente un muy abundante público foráneo. La clase política también se suma a las fotos de recuerdo
La Batalla de Flores tiene un colofón muy peculiar: cuando se abre el acceso, aquellos que no han podido participar desde un palco aprovechan la alfombra de clavellones para improvisar su particular batalla o hacerse fotos de recuerdo, especialmente un muy abundante público foráneo. La clase política también se suma a las fotos de recuerdo
La Batalla de Flores tiene un colofón muy peculiar: cuando se abre el acceso, aquellos que no han podido participar desde un palco aprovechan la alfombra de clavellones para improvisar su particular batalla o hacerse fotos de recuerdo, especialmente un muy abundante público foráneo. La clase política también se suma a las fotos de recuerdo
La Batalla de Flores tiene un colofón muy peculiar: cuando se abre el acceso, aquellos que no han podido participar desde un palco aprovechan la alfombra de clavellones para improvisar su particular batalla o hacerse fotos de recuerdo, especialmente un muy abundante público foráneo. La clase política también se suma a las fotos de recuerdo
La Batalla de Flores tiene un colofón muy peculiar: cuando se abre el acceso, aquellos que no han podido participar desde un palco aprovechan la alfombra de clavellones para improvisar su particular batalla o hacerse fotos de recuerdo, especialmente un muy abundante público foráneo. La clase política también se suma a las fotos de recuerdo
La Batalla de Flores tiene un colofón muy peculiar: cuando se abre el acceso, aquellos que no han podido participar desde un palco aprovechan la alfombra de clavellones para improvisar su particular batalla o hacerse fotos de recuerdo, especialmente un muy abundante público foráneo. La clase política también se suma a las fotos de recuerdo
La Batalla de Flores tiene un colofón muy peculiar: cuando se abre el acceso, aquellos que no han podido participar desde un palco aprovechan la alfombra de clavellones para improvisar su particular batalla o hacerse fotos de recuerdo, especialmente un muy abundante público foráneo. La clase política también se suma a las fotos de recuerdo
La Batalla de Flores tiene un colofón muy peculiar: cuando se abre el acceso, aquellos que no han podido participar desde un palco aprovechan la alfombra de clavellones para improvisar su particular batalla o hacerse fotos de recuerdo, especialmente un muy abundante público foráneo. La clase política también se suma a las fotos de recuerdo
La Batalla de Flores tiene un colofón muy peculiar: cuando se abre el acceso, aquellos que no han podido participar desde un palco aprovechan la alfombra de clavellones para improvisar su particular batalla o hacerse fotos de recuerdo, especialmente un muy abundante público foráneo. La clase política también se suma a las fotos de recuerdo
La Batalla de Flores tiene un colofón muy peculiar: cuando se abre el acceso, aquellos que no han podido participar desde un palco aprovechan la alfombra de clavellones para improvisar su particular batalla o hacerse fotos de recuerdo, especialmente un muy abundante público foráneo. La clase política también se suma a las fotos de recuerdo
La Batalla de Flores tiene un colofón muy peculiar: cuando se abre el acceso, aquellos que no han podido participar desde un palco aprovechan la alfombra de clavellones para improvisar su particular batalla o hacerse fotos de recuerdo, especialmente un muy abundante público foráneo. La clase política también se suma a las fotos de recuerdo
La Batalla de Flores tiene un colofón muy peculiar: cuando se abre el acceso, aquellos que no han podido participar desde un palco aprovechan la alfombra de clavellones para improvisar su particular batalla o hacerse fotos de recuerdo, especialmente un muy abundante público foráneo. La clase política también se suma a las fotos de recuerdo
La Batalla de Flores tiene un colofón muy peculiar: cuando se abre el acceso, aquellos que no han podido participar desde un palco aprovechan la alfombra de clavellones para improvisar su particular batalla o hacerse fotos de recuerdo, especialmente un muy abundante público foráneo. La clase política también se suma a las fotos de recuerdo
La Batalla de Flores tiene un colofón muy peculiar: cuando se abre el acceso, aquellos que no han podido participar desde un palco aprovechan la alfombra de clavellones para improvisar su particular batalla o hacerse fotos de recuerdo, especialmente un muy abundante público foráneo. La clase política también se suma a las fotos de recuerdo
La Batalla de Flores tiene un colofón muy peculiar: cuando se abre el acceso, aquellos que no han podido participar desde un palco aprovechan la alfombra de clavellones para improvisar su particular batalla o hacerse fotos de recuerdo, especialmente un muy abundante público foráneo. La clase política también se suma a las fotos de recuerdo
La Batalla de Flores tiene un colofón muy peculiar: cuando se abre el acceso, aquellos que no han podido participar desde un palco aprovechan la alfombra de clavellones para improvisar su particular batalla o hacerse fotos de recuerdo, especialmente un muy abundante público foráneo. La clase política también se suma a las fotos de recuerdo
La Batalla de Flores tiene un colofón muy peculiar: cuando se abre el acceso, aquellos que no han podido participar desde un palco aprovechan la alfombra de clavellones para improvisar su particular batalla o hacerse fotos de recuerdo, especialmente un muy abundante público foráneo. La clase política también se suma a las fotos de recuerdo
Noticia guardada en tu perfil
Ver noticias guardadasLa Batalla de Flores tiene un colofón muy peculiar: cuando se abre el acceso, aquellos que no han podido participar desde un palco aprovechan la alfombra de clavellones para improvisar su particular batalla o hacerse fotos de recuerdo, especialmente un muy abundante público foráneo. La clase política también se suma a las fotos de recuerdo