Septiembre pone las cosas en su sitio. Tras la locura de agosto, la cala de la Granadella recupera ahora cierta paz. Hay coches hasta arriba, pero se encuentra hueco. Atrás queda otro verano de enorme presión en esta cala de Xàbia, una de las más bellas y conocidas del litoral valenciano.
La cala de la Granadella de Xàbia, en septiembre
A. P. F.
Septiembre pone las cosas en su sitio. Tras la locura de agosto, la cala de la Granadella recupera ahora cierta paz. Hay coches hasta arriba, pero se encuentra hueco. Atrás queda otro verano de enorme presión en esta cala de Xàbia, una de las más bellas y conocidas del litoral valenciano.
La cala de la Granadella de Xàbia, en septiembre
A. P. F.
Septiembre pone las cosas en su sitio. Tras la locura de agosto, la cala de la Granadella recupera ahora cierta paz. Hay coches hasta arriba, pero se encuentra hueco. Atrás queda otro verano de enorme presión en esta cala de Xàbia, una de las más bellas y conocidas del litoral valenciano.
La cala de la Granadella de Xàbia, en septiembre
A. P. F.
Septiembre pone las cosas en su sitio. Tras la locura de agosto, la cala de la Granadella recupera ahora cierta paz. Hay coches hasta arriba, pero se encuentra hueco. Atrás queda otro verano de enorme presión en esta cala de Xàbia, una de las más bellas y conocidas del litoral valenciano.
La cala de la Granadella de Xàbia, en septiembre
A. P. F.
Septiembre pone las cosas en su sitio. Tras la locura de agosto, la cala de la Granadella recupera ahora cierta paz. Hay coches hasta arriba, pero se encuentra hueco. Atrás queda otro verano de enorme presión en esta cala de Xàbia, una de las más bellas y conocidas del litoral valenciano.
La cala de la Granadella de Xàbia, en septiembre
A. P. F.
Septiembre pone las cosas en su sitio. Tras la locura de agosto, la cala de la Granadella recupera ahora cierta paz. Hay coches hasta arriba, pero se encuentra hueco. Atrás queda otro verano de enorme presión en esta cala de Xàbia, una de las más bellas y conocidas del litoral valenciano.
La cala de la Granadella de Xàbia, en septiembre
A. P. F.
Septiembre pone las cosas en su sitio. Tras la locura de agosto, la cala de la Granadella recupera ahora cierta paz. Hay coches hasta arriba, pero se encuentra hueco. Atrás queda otro verano de enorme presión en esta cala de Xàbia, una de las más bellas y conocidas del litoral valenciano.
La cala de la Granadella de Xàbia, en septiembre
A. P. F.
Septiembre pone las cosas en su sitio. Tras la locura de agosto, la cala de la Granadella recupera ahora cierta paz. Hay coches hasta arriba, pero se encuentra hueco. Atrás queda otro verano de enorme presión en esta cala de Xàbia, una de las más bellas y conocidas del litoral valenciano.
La cala de la Granadella de Xàbia, en septiembre
A. P. F.
Septiembre pone las cosas en su sitio. Tras la locura de agosto, la cala de la Granadella recupera ahora cierta paz. Hay coches hasta arriba, pero se encuentra hueco. Atrás queda otro verano de enorme presión en esta cala de Xàbia, una de las más bellas y conocidas del litoral valenciano.
La cala de la Granadella de Xàbia, en septiembre
A. P. F.
Septiembre pone las cosas en su sitio. Tras la locura de agosto, la cala de la Granadella recupera ahora cierta paz. Hay coches hasta arriba, pero se encuentra hueco. Atrás queda otro verano de enorme presión en esta cala de Xàbia, una de las más bellas y conocidas del litoral valenciano.
Septiembre pone las cosas en su sitio. Tras la locura de agosto, la cala de la Granadella recupera ahora cierta paz. Hay coches hasta arriba, pero se encuentra hueco. Atrás queda otro verano de enorme presión en esta cala de Xàbia, una de las más bellas y conocidas del litoral valenciano.