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Alfons Padilla
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A. P. F.
Las campanas son una bendición. Desde buena mañana, cuando María Rosa se ha puesto a hacer "bunyols" (buenísimos), la plaza de Xàbia es un hormiguear de gente. El regreso de las restauradas campanas se ha convertido en un acontecimiento cultural, histórico y social de primera. Y hoy se puede subir (con orden y magnífico cicerone) als "muntons" y a la torre de la iglesia gótica. Las aspilleras y el adarve revelan el carácter de fortaleza de este monumento. A Xàbia se le abre el cielo. Las reinas de las Fogueres han posado en las campanas. Es una foto irrepetible.
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Las campanas son una bendición. Desde buena mañana, cuando María Rosa se ha puesto a hacer "bunyols" (buenísimos), la plaza de Xàbia es un hormiguear de gente. El regreso de las restauradas campanas se ha convertido en un acontecimiento cultural, histórico y social de primera. Y hoy se puede subir (con orden y magnífico cicerone) als "muntons" y a la torre de la iglesia gótica. Las aspilleras y el adarve revelan el carácter de fortaleza de este monumento. A Xàbia se le abre el cielo. Las reinas de las Fogueres han posado en las campanas. Es una foto irrepetible.
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Las campanas son una bendición. Desde buena mañana, cuando María Rosa se ha puesto a hacer "bunyols" (buenísimos), la plaza de Xàbia es un hormiguear de gente. El regreso de las restauradas campanas se ha convertido en un acontecimiento cultural, histórico y social de primera. Y hoy se puede subir (con orden y magnífico cicerone) als "muntons" y a la torre de la iglesia gótica. Las aspilleras y el adarve revelan el carácter de fortaleza de este monumento. A Xàbia se le abre el cielo. Las reinas de las Fogueres han posado en las campanas. Es una foto irrepetible.
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Las campanas son una bendición. Desde buena mañana, cuando María Rosa se ha puesto a hacer "bunyols" (buenísimos), la plaza de Xàbia es un hormiguear de gente. El regreso de las restauradas campanas se ha convertido en un acontecimiento cultural, histórico y social de primera. Y hoy se puede subir (con orden y magnífico cicerone) als "muntons" y a la torre de la iglesia gótica. Las aspilleras y el adarve revelan el carácter de fortaleza de este monumento. A Xàbia se le abre el cielo. Las reinas de las Fogueres han posado en las campanas. Es una foto irrepetible.
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Las campanas son una bendición. Desde buena mañana, cuando María Rosa se ha puesto a hacer "bunyols" (buenísimos), la plaza de Xàbia es un hormiguear de gente. El regreso de las restauradas campanas se ha convertido en un acontecimiento cultural, histórico y social de primera. Y hoy se puede subir (con orden y magnífico cicerone) als "muntons" y a la torre de la iglesia gótica. Las aspilleras y el adarve revelan el carácter de fortaleza de este monumento. A Xàbia se le abre el cielo. Las reinas de las Fogueres han posado en las campanas. Es una foto irrepetible.
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Las campanas son una bendición. Desde buena mañana, cuando María Rosa se ha puesto a hacer "bunyols" (buenísimos), la plaza de Xàbia es un hormiguear de gente. El regreso de las restauradas campanas se ha convertido en un acontecimiento cultural, histórico y social de primera. Y hoy se puede subir (con orden y magnífico cicerone) als "muntons" y a la torre de la iglesia gótica. Las aspilleras y el adarve revelan el carácter de fortaleza de este monumento. A Xàbia se le abre el cielo. Las reinas de las Fogueres han posado en las campanas. Es una foto irrepetible.
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Las campanas son una bendición. Desde buena mañana, cuando María Rosa se ha puesto a hacer "bunyols" (buenísimos), la plaza de Xàbia es un hormiguear de gente. El regreso de las restauradas campanas se ha convertido en un acontecimiento cultural, histórico y social de primera. Y hoy se puede subir (con orden y magnífico cicerone) als "muntons" y a la torre de la iglesia gótica. Las aspilleras y el adarve revelan el carácter de fortaleza de este monumento. A Xàbia se le abre el cielo. Las reinas de las Fogueres han posado en las campanas. Es una foto irrepetible.
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Las campanas son una bendición. Desde buena mañana, cuando María Rosa se ha puesto a hacer "bunyols" (buenísimos), la plaza de Xàbia es un hormiguear de gente. El regreso de las restauradas campanas se ha convertido en un acontecimiento cultural, histórico y social de primera. Y hoy se puede subir (con orden y magnífico cicerone) als "muntons" y a la torre de la iglesia gótica. Las aspilleras y el adarve revelan el carácter de fortaleza de este monumento. A Xàbia se le abre el cielo. Las reinas de las Fogueres han posado en las campanas. Es una foto irrepetible.
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Las campanas son una bendición. Desde buena mañana, cuando María Rosa se ha puesto a hacer "bunyols" (buenísimos), la plaza de Xàbia es un hormiguear de gente. El regreso de las restauradas campanas se ha convertido en un acontecimiento cultural, histórico y social de primera. Y hoy se puede subir (con orden y magnífico cicerone) als "muntons" y a la torre de la iglesia gótica. Las aspilleras y el adarve revelan el carácter de fortaleza de este monumento. A Xàbia se le abre el cielo. Las reinas de las Fogueres han posado en las campanas. Es una foto irrepetible.
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Las campanas son una bendición. Desde buena mañana, cuando María Rosa se ha puesto a hacer "bunyols" (buenísimos), la plaza de Xàbia es un hormiguear de gente. El regreso de las restauradas campanas se ha convertido en un acontecimiento cultural, histórico y social de primera. Y hoy se puede subir (con orden y magnífico cicerone) als "muntons" y a la torre de la iglesia gótica. Las aspilleras y el adarve revelan el carácter de fortaleza de este monumento. A Xàbia se le abre el cielo. Las reinas de las Fogueres han posado en las campanas. Es una foto irrepetible.
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