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Agustí Perales Iborra
Ver galería >La Ribera dispone de dos playas fluviales muy concurridas durante el verano. El agua del río Júcar proporciona más frescor, menos arena pegajosa y ausencia de sal. Los parajes de l'Assut de Antella y el paraje natural de l'Argoletja, en Sumacàrcer, se llenan de bañistas. Los ayuntamientos tratan de regular ahora la llegada de visitantes.
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La Ribera dispone de dos playas fluviales muy concurridas durante el verano. El agua del río Júcar proporciona más frescor, menos arena pegajosa y ausencia de sal. Los parajes de l'Assut de Antella y el paraje natural de l'Argoletja, en Sumacàrcer, se llenan de bañistas. Los ayuntamientos tratan de regular ahora la llegada de visitantes.
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La Ribera dispone de dos playas fluviales muy concurridas durante el verano. El agua del río Júcar proporciona más frescor, menos arena pegajosa y ausencia de sal. Los parajes de l'Assut de Antella y el paraje natural de l'Argoletja, en Sumacàrcer, se llenan de bañistas. Los ayuntamientos tratan de regular ahora la llegada de visitantes.
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La Ribera dispone de dos playas fluviales muy concurridas durante el verano. El agua del río Júcar proporciona más frescor, menos arena pegajosa y ausencia de sal. Los parajes de l'Assut de Antella y el paraje natural de l'Argoletja, en Sumacàrcer, se llenan de bañistas. Los ayuntamientos tratan de regular ahora la llegada de visitantes.
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La Ribera dispone de dos playas fluviales muy concurridas durante el verano. El agua del río Júcar proporciona más frescor, menos arena pegajosa y ausencia de sal. Los parajes de l'Assut de Antella y el paraje natural de l'Argoletja, en Sumacàrcer, se llenan de bañistas. Los ayuntamientos tratan de regular ahora la llegada de visitantes.
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