"En Moncada el campo se nos muere". Este es el grito de auxilio que lleva meses lanzando un grupo de 80 agricultores. Denuncian que la administración local les ha abandonado a su suerte en medio de una de las peores crisis que se recuerdan en el primer sector. Sin relevo generacional y con ganancias que apenas superan los costes de producción, esta huerta protegida que un día pisaron árabes y romanos empieza a mostrar signos de agotamiento. Y lo hace, critican los agricultores, con la connivencia del ayuntamiento.
Parcela tras un incendio junto al Seminario
L-EMV
"En Moncada el campo se nos muere". Este es el grito de auxilio que lleva meses lanzando un grupo de 80 agricultores. Denuncian que la administración local les ha abandonado a su suerte en medio de una de las peores crisis que se recuerdan en el primer sector. Sin relevo generacional y con ganancias que apenas superan los costes de producción, esta huerta protegida que un día pisaron árabes y romanos empieza a mostrar signos de agotamiento. Y lo hace, critican los agricultores, con la connivencia del ayuntamiento.
Campo de naranjos
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"En Moncada el campo se nos muere". Este es el grito de auxilio que lleva meses lanzando un grupo de 80 agricultores. Denuncian que la administración local les ha abandonado a su suerte en medio de una de las peores crisis que se recuerdan en el primer sector. Sin relevo generacional y con ganancias que apenas superan los costes de producción, esta huerta protegida que un día pisaron árabes y romanos empieza a mostrar signos de agotamiento. Y lo hace, critican los agricultores, con la connivencia del ayuntamiento.
Cultivo en la huerta de Moncada
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"En Moncada el campo se nos muere". Este es el grito de auxilio que lleva meses lanzando un grupo de 80 agricultores. Denuncian que la administración local les ha abandonado a su suerte en medio de una de las peores crisis que se recuerdan en el primer sector. Sin relevo generacional y con ganancias que apenas superan los costes de producción, esta huerta protegida que un día pisaron árabes y romanos empieza a mostrar signos de agotamiento. Y lo hace, critican los agricultores, con la connivencia del ayuntamiento.
Parcela abandonada en Moncada
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"En Moncada el campo se nos muere". Este es el grito de auxilio que lleva meses lanzando un grupo de 80 agricultores. Denuncian que la administración local les ha abandonado a su suerte en medio de una de las peores crisis que se recuerdan en el primer sector. Sin relevo generacional y con ganancias que apenas superan los costes de producción, esta huerta protegida que un día pisaron árabes y romanos empieza a mostrar signos de agotamiento. Y lo hace, critican los agricultores, con la connivencia del ayuntamiento.
Carretera de acceso a la huerta de Moncada
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"En Moncada el campo se nos muere". Este es el grito de auxilio que lleva meses lanzando un grupo de 80 agricultores. Denuncian que la administración local les ha abandonado a su suerte en medio de una de las peores crisis que se recuerdan en el primer sector. Sin relevo generacional y con ganancias que apenas superan los costes de producción, esta huerta protegida que un día pisaron árabes y romanos empieza a mostrar signos de agotamiento. Y lo hace, critican los agricultores, con la connivencia del ayuntamiento.
Protesta de los agricultores en el pleno
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"En Moncada el campo se nos muere". Este es el grito de auxilio que lleva meses lanzando un grupo de 80 agricultores. Denuncian que la administración local les ha abandonado a su suerte en medio de una de las peores crisis que se recuerdan en el primer sector. Sin relevo generacional y con ganancias que apenas superan los costes de producción, esta huerta protegida que un día pisaron árabes y romanos empieza a mostrar signos de agotamiento. Y lo hace, critican los agricultores, con la connivencia del ayuntamiento.
Real Acequia de Moncada
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"En Moncada el campo se nos muere". Este es el grito de auxilio que lleva meses lanzando un grupo de 80 agricultores. Denuncian que la administración local les ha abandonado a su suerte en medio de una de las peores crisis que se recuerdan en el primer sector. Sin relevo generacional y con ganancias que apenas superan los costes de producción, esta huerta protegida que un día pisaron árabes y romanos empieza a mostrar signos de agotamiento. Y lo hace, critican los agricultores, con la connivencia del ayuntamiento.
Tierra escarbada por jabalíes
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"En Moncada el campo se nos muere". Este es el grito de auxilio que lleva meses lanzando un grupo de 80 agricultores. Denuncian que la administración local les ha abandonado a su suerte en medio de una de las peores crisis que se recuerdan en el primer sector. Sin relevo generacional y con ganancias que apenas superan los costes de producción, esta huerta protegida que un día pisaron árabes y romanos empieza a mostrar signos de agotamiento. Y lo hace, critican los agricultores, con la connivencia del ayuntamiento.
Tierra revuelta por jabalíes
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"En Moncada el campo se nos muere". Este es el grito de auxilio que lleva meses lanzando un grupo de 80 agricultores. Denuncian que la administración local les ha abandonado a su suerte en medio de una de las peores crisis que se recuerdan en el primer sector. Sin relevo generacional y con ganancias que apenas superan los costes de producción, esta huerta protegida que un día pisaron árabes y romanos empieza a mostrar signos de agotamiento. Y lo hace, critican los agricultores, con la connivencia del ayuntamiento.
"En Moncada el campo se nos muere". Este es el grito de auxilio que lleva meses lanzando un grupo de 80 agricultores. Denuncian que la administración local les ha abandonado a su suerte en medio de una de las peores crisis que se recuerdan en el primer sector. Sin relevo generacional y con ganancias que apenas superan los costes de producción, esta huerta protegida que un día pisaron árabes y romanos empieza a mostrar signos de agotamiento. Y lo hace, critican los agricultores, con la connivencia del ayuntamiento.