El conseller de Economía, Industria, Turismo y Empleo, Máximo Buch, atribuyó ayer el «conflicto» generado por la posible apertura en domingo de la tienda de Ikea en Alfafar a la «mala gestión» llevada a cabo por el ayuntamiento de la localidad. Buch explicó, asimismo, que este viernes vencía el plazo de audiencia, pero que el consistorio de Alfafar había solicitado cinco días más, tal como ayer avanzó Levante-EMV.
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Según el titular de Economía, «todo el problema» sobre la apertura dominical de Ikea se ha generado «por una mala gestión del Ayuntamiento de Alfafar». Al respecto, indicó que el consistorio presentó la solicitud para declarar el término Zona de Gran Afluencia Turística, fórmula bajo la que se permite la libertad de horarios comerciales; sin embargo, añadió, el ayuntamiento «paralizó» esa solicitud «sin retirarla» y, cuando lo notificó, «ya se había presentado Ikea como parte interesada».
Buch criticó ayer la «posición errática» del consistorio al presentar la paralización fuera de plazo y subrayó que en la conselleria «hubiéramos hecho cualquier cosa que nos hubiera dicho el ayuntamiento, siempre que estuviera bien presentada, porque la ley estatal dice que los ayuntamientos deciden si abre una zona o no». Sobre el motivo aludido por el alcalde para no abrir, el conseller dijo que éste sabía «desde hace casi un año que el 100 % de los comerciantes de Alfafar no quería abrir» los domingos. «Ha tenido 10 meses para pensárselo», finalizó.