La suerte de los edificios más emblemáticos del centro histórico de Torrent ha sido diversa, según la propiedad o la actividad que se haya instalado. Un caso paradigmático es el del famoso Casino de los cazadores, cuyo bar cerró hace años por el mal estado del edificio, sobre el que pesaron varias órdenes de ejecución durante años.
Finalmente, un empresario lo compró para rehabilitarlo y alquilarlo para algún negocio, un proceso en el que contó con el asesoramiento de expertos para tratar sus elementos más descatados, como los ornamentos de yeso o la marquesina. La obra se realizó durante el año 2012.
No obstante, la crisis provocó que el edificio fuera revendido y su nuevo dueño lo tiene cerrado desde entonces, a pesar de ser uno de los edificios más bellos del entorno, aunque está en perfectas condiciones.
Otro de los casinos de las primeras décadas del siglo XX es desde hace años un restaurante, que recientemente reabrió. Y el emblemático edificio inspirado en la Alhambra de Granada conserva su fachada exterior dado que actualmente está instalada en su interior una oficina bancaria.