Cullera ha conseguido batir por segundo año consecutivo el récord de recaudación en la subasta de replazas de las tiradas acuáticas. Las pujas permitieron alcanzar los 50.450 euros, cifra que contrasta con los exiguos resultados de los años de la crisis, cuando apenas se sacaba la mitad.

Y todo esto pese a la discreta campaña cinegética del año anterior, factor que había cernido un mar de dudas sobre cuál podría ser la reacción de los aficionados de cara a la nueva temporada.

Sin embargo, la recuperación económica y la creencia extendida de que éste puede ser un año propicio, desbordó ayer las pujas en un Auditori de Cullera, donde se dieron cita más de un centenar de cazadores en una subasta de la Junta Local de Tirades que estuvo presidida por el alcalde, Jordi Mayor, acompañado por el concejal del área, Salva Tortajada.

Precisamente, Tortajada analizó los factores que han propiciado este nuevo récord: «La gente trabaja, había una cierta sensación de que este año la caza sería mejor que el pasado y eso ha generado que los cazadores se hayan dejado un poco más de dinero», indicó.