Relajarse, aprender, vivir otras vidas, divertirse o soñar son algunas de las sensaciones que un lector puede experimentar cuando tiene un libro entre sus manos. Todo eso desde hace unos años no conoce límites para nadie. De hecho, la cooperativa valenciana Koynos de Godella ha creado un club de lectura fácil para personas con discapacidad intelectual. Este proyecto forma parte de uno mayor y que se está dando a nivel nacional: el de la accesibilidad cognitiva. «Estamos muy acostumbrados a escuchar y conocer lo que es la accesibilidad física e incluso audiovisual, pero de la cognitiva no se habla mucho». Así lo manifiesta María José Caballer, monitora del centro ocupacional de Koynos.
La accesibilidad cognitiva persigue acercar todo el entorno que rodea a una persona, desde los espacios hasta los documentos o los objetos personales. Para lograrlo se utilizan pictogramas y otros elementos que se compaginan con la lectura fácil. Todos los documentos o los libros se pueden adaptar a este tipo de lectura y en Barcelona hay una entidad que realiza estas labores. Los profesionales de Koynos se formaron para poder actuar como dinamizadores en el proyecto del club de lectura fácil de Godella y adquirieron un catálogo de títulos. El Ayuntamiento de Godella ofreció una de las salas del Centro Cultural Xicranda para que todos aquellos alumnos del colegio y el centro ocupacional de Koynos que quieran puedan acudir a este taller de lectura fácil. El motivo por el que no lo hacen en sus propias instalaciones es que se recomienda que los alumnos se desplacen a otro lugar para fomentar la socialización, la integración social o la autonomía. Cada miércoles se reunen doce personas del centro ocupacional para leer un libro que previamente se ha votado de una larga lista. Todos ellos coinciden en que les gusta mucho tanto leer como estar en el taller y con sus compañeros. También notan su propia evolución en competencia y agilidad lectora.
Para conseguir los objetivos de proyecto, los dinamizadores del club tienen una serie de pautas o recomendaciones. Entre ellas, dar la opción de que lea el que quiera porque «es optativo» o no decir directamente que la persona se ha equivocado si ha habido un error. En estos momentos, los alumnos de María José Caballer están leyendo «La vuelta al mundo en 80 días» de Julio Verne adaptada a lectura fácil. Antes de comenzar a leer la obra, Caballer explica que se informaron sobre el autor y sobre la historia y pusieron todo en contexto. Durante las clases, cada uno lee un párrafo y se para en las palabras que el propio libro tiene marcadas como difíciles. Leen lo que significan y la añaden a un glosario de palabras que están realizando ellos mismos. Llevan un poco más de tres meses y su dinamizadora ya ha notado algunos de los objetivos más importantes del proyecto de lectura fácil. La autoestima es una de las partes más importantes también de este proyecto y, en este sentido, Caballer es tajante: «Yo te resumiría en calidad de vida, es decir, bienestar emocional». Para continuar con estas metas, la cooperativa Koynos de Godella cree necesario hacer que la ciudadanía sea consciente de que es necesario trabajar también la parte mental y emocional. Porque si una persona puede experimentar la relajación o el aprendizaje que aporta la lectura, está preparado para afrontar la mayoría de problemas.