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El Consell y los Trénor limpian el vertedero en la Vallesa que dejó un ermitaño en 2016

Patrimonio natural

El Consell y los Trénor limpian el vertedero en la Vallesa que dejó un ermitaño en 2016

La coordinadora ecologista ha estado denunciando el peligro de incendio que suponía desde su fallecimiento

La Conselleria de Medio Ambiente y la propiedad de la finca de la Vallesa (la familia Trénor) han procedido en los últimos días a la limpieza integral de un gran vertedero que permanecía en el bosque desde hacía años y que no solo era un foco de insalubridad sino también un grave peligro de incendio.

Este vertedero se originó por la acción de un anciano, que residía desde hacía años en el bosque (se refugiaba en unas trincheras de la red defensiva construida en la Vallesa durante la guerra civil española), y que, en los últimos tiempos, había ido acumulando numerosos residuos urbanos, posiblemente por padecer el Síndrome de Diógenes.

La Coordinadora en Defensa de los Bosques del Túria ya inició en el año 2016 una acción para que las administraciones intervinieran tanto en el terreno ambiental como en el social. De hecho, los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Riba-roja (en cuyo término estaba el vertedero donde residía el 'ermitaño', como le bautizó el grupo ecologista) llegaron a abrir un expediente y a proporcionar ayuda alimentaria al anciano, como paso previo para otras actuaciones, aunque fue hallado muerto, poco tiempo después, en noviembre de ese año.

Desde ese momento, el grupo ecologista ha reclamado, en numerosas ocasiones, a la dirección general del Parc Natural del Túria, al que pertenece el bosque de la Vallesa, y a la Conselleria de Medio Ambiente que intervinieran para limpiar el vertedero. Entre las gestiones que realizó está una entrevista con la exconsellera de Medio Ambiente, Elena Cebrián. Descartada la solución dialogada, el colectivo denunció públicamente el riesgo del vertedero para el bosque, como publicó Levante-EMV, en diversas ocasiones.

Entre los montones de residuos del vertedero había escombros, muebles, plásticos, vidrio, mantas y sábanas, y todo tipo de basuras urbanas que posiblemente fueron dejadas en puntos de bosque y que el ermitaño las iba acumulando en la zona donde instaló su residencia. Al tratarse de un terreno privado, tenía que ser la administración pública la que instara a la propiedad a actuar.

En 2019, cuando se cumplían 25 años del terrible incendio que devoró un tercio del bosque de la Vallesa, representantes de la Coordinadora acudieron al director general de Prevención Forestal, Diego Marín, y le expusieron el problema. «Envió una inspección que levantó acta de la situación y posteriormente el deparlamernto hizo un informe sobre el riesgo que suponía», exp0lica el dirigente de la Coordinadora, Quico Pellicer.

Retraso por la pandemia

Aunque la decisión de limpiar, de forma conjunta con la propiedad, se adoptó hace meses, la pandemia y el confinamiento habían impedido hasta ahora que se ejecutara. Finalmente hace unos días, comenzaron los trabajos de limpieza; la conselleria instaló grandes contenedores y la propiedad contrató una pala para sacar del bosque las basuras.

El vertedero ya está erradicado en más de un 90% «a falta de alguna bombona de gas, que tienen que retirarla por otro sistema, y de algunas piezas de amianto, para las que imaginamos que tendrá que venir alguna empresa especializada», explican en la Coordinadora.

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