La denegación, este año, del distintivo de la bandera azul para la Pobla de Farnals ha caído como un mazazo en el ayuntamiento. Como informó ayer Levante-EMV, esta es la única plana valenciana que ha dejado de tener el sello de calidad en 2020.
El Ayuntamiento de la Pobla ha criticado la decisión e informa de que causa está en una acequia que recoge las aguas de otros municipios y que vierte al mar. Esta acequia, así como otras en la comarca, provocaron que en 2019 las playas se tuvieran que cerrar por unos días en diversos municipios ya que se detectó un elemento contaminante en el agua.
De hecho, la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (AEAC) ha remitido una carta al alcalde, Enric Palanca, en la que le explica que la denegación es por «el incumplimiento de la ley de Costas por medio de una acequia que ocupa el DPMT sin título concesional» y que «produce vertidos de aguas residuales sin autorización» que afectaron en 2019 al uso de la Platja Nord y tienen consecuencias negativas para el medio ambiente.
Aunque en estos momentos el líquido que se vierte al mar es «totalmente cristalino», según comprobó ayer el alcalde, el distinvo de ha perdido, lo que representa un duro golpe a la temporada turística, que ya se ha resentido por la pandemia.
Palanca ha anunciado que prepara un recurso a la degenación del sello, ya que recuerda que, tras el verano de 2019, los municipios se pusieron en manos de la dirección general del Agua para impulsar, de forma coordinada, una serie de actuaciones que evitaran la contaminación. «Hemos hecho lo que nos ordenaron y, de hecho, la Conselleria de Medio Ambiente, nos dio una ayuda de 76.000 euros para ejecutar el proyecto que nos requerían», añade. El alcalde considera que la Pobla «no ha sido tratada con la misma vara de medir» que otros municipios colindantes con el mismo problema.
Tras hacerse público el listado de las playas y comprobar que la Pobla no está, el consistorio ha contactado con la conselleria y con la organización que otorga las banderas azules en España. «Lo que ha pasado es que no ha habido una comunicación entre aquellos que estaban realizando el proyecto para corregir estos vertidos y la entidad gestora y, por tanto, nadie les ha dicho que hemos puesto en marcha planes de inversión para corregir el problema», defiende Palanca.
En el gobierno local anuncian que están dispuestos a «pelear» y a «recurrir a cualquier vía posible» para que se reconozca el trabajo» por considerar «injusto» que todo el esfuerzo no haya sido tenido en cuenta.