Dos periodistas españoles y otro irlandés fueron secuestrados este lunes tras sufrir un ataque en el este de Burkina Faso, confirmaron este martes a Efe fuentes del Ejército burkinés. El suceso ocurrió en la zona de Pama, donde individuos armados emboscaron a una patrulla de efectivos burkineses contra la caza furtiva, en la que iban empotrados los periodistas.

"Tres periodistas, entre ellos dos españoles y un irlandés, fueron secuestrados. Los secuestradores lograron llevarse equipo militar. Están en marcha operaciones de búsqueda", dijo a Efe la fuente militar, que pidió el anonimato. Los secuestradores están escondidos en un bosque de la zona, repleta de vida salvaje que atrae a los cazadores, según la misma fuente, que no dio más detalles.

Según medios locales, que citan a fuentes de seguridad, el suceso se saldó también con tres heridos y la desaparición de un miembro de las fuerzas del orden burkinesas.

Aunque se desconoce, de momento, la autoría de este acto violento, Burkina Faso sufre ataques yihadistas desde abril de 2015, cuando miembros de un grupo afiliado a Al Qaeda secuestraron a un guardia de seguridad rumano en una mina de manganeso en Tambao, en el norte del país, que aún sigue desaparecido.

La región más afectada por la inseguridad es la del Sahel, situada en el norte y que comparte frontera con Mali y Níger, aunque la inseguridad se ha ido expandiendo a provincias limítrofes, y desde el verano de 2018 afecta también al este del país. Los actos terroristas se atribuyen con frecuencia al grupo local burkinés Ansarul Islam, a la coalición yihadista del Sahel Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (GSIM) y al Estado Islámico en el Gran Sáhara (EIGS), que atacan también en Mali y Níger.

Como consecuencia de la violencia, Burkina Faso sufre la crisis de desplazados que más rápidamente crece en el mundo, con más de un millón de personas fuera de sus hogares (más de uno por cada 20 habitantes).