La expansión colonial de Israel no se detiene. El primer ministro Naftali Bennett ha anunciado su intención de duplicar la población en los Altos del Golán, ocupados a Siria desde 1967 y cuya soberanía israelí no está reconocida por la comunidad internacional. Un plan de 1.000 millones de shekels, unos 250 millones de euros, incluirá la construcción de dos nuevos asentamientos en esta meseta estratégica y grandes inversiones en turismo, industria, energía limpia y tecnología que crearán miles de empleos.

“Este es nuestro momento, este es el momento de los Altos del Golán”, ha celebrado Bennett este domingo frente a un paisaje imponente y rodeado por su gabinete. “Después de años largos y estáticos en cuanto al alcance del asentamiento, nuestro objetivo es hoy duplicar los asentamientos” de esta región, ha afirmado. Esta decisión viene motivada por el reconocimiento de la administración Trump de la soberanía israelí sobre el territorio y por la indicación del gobierno de Biden de que no impugnará pronto el gesto de su predecesor.

40 años de anexión

Cuarenta años después de la anexión de los Altos del Golán, el Gobierno israelí ha aprobado la construcción de 7.300 unidades de vivienda en Katzrin, la principal colonia en el área, y en comunidades judías más pequeñas. “El objetivo de la decisión es duplicar el número de residentes [israelís] en el Golán en los próximos años, lo que significa una adición de 23.000 personas en el territorio”, ha recogido un comunicado emitido por la oficina de Bennett. En el Golán también viven miles de drusos, muchos de los cuales se identifican como sirios.

Israel capturó esta meseta estratégica en la Guerra de los Seis Días de 1967. Catorce años después, en 1981, se la anexionó para promover las colonias y la agricultura en la región. De forma contraria al consenso internacional, Donald Trump reconoció en 2019 la soberanía israelí sobre este territorio que a vista de los demás países, está bajo ocupación israelí. Según Bennett, la guerra civil en Siria ha hecho que la idea del control israelí del Golán fuera más aceptable para sus aliados internacionales y ha agregado que la alternativa sería mucho peor. 

Desplazados internos

Oficialmente en guerra desde la creación del Estado de Israel en 1948, Siria e Israel no mantienen relaciones diplomáticas. Este gesto expansionista de las autoridades hebreas complicaría cualquier intento futuro de forjar la paz con el régimen de Bashar al Asad que aún sigue reclamando esta región de 1.500 kilómetros cuadrados como propia. Según la resolución 242 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, el Golán sigue siendo “territorio ocupado”. Mientras, Israel los considera “territorios en disputa”.

Por su parte, la Liga Árabe ha condenado el plan de Israel al considerarlo un nuevo “paso peligroso” en su política de expansión de los territorios ocupados y una “violación flagrante” de la ley internacional. Antes de su ocupación, el Golán era hogar de más de 140.000 sirios. Expulsados de su tierra natal, se convirtieron en desplazados internos. Hoy siguen sin poder volver a sus pueblos y ciudades. Ahora, estos sirios superan las 500.000 personas. Apenas 20.000 sirios permanecieron en las pequeñas aldeas del Golán ocupado.