Tres magos guiados por una estrella en Calp y no era Noche de Reyes

Tres magos guiados por la estrella (Michelin) y no era Noche de Reyes. Los chefs Rafa Soler, de Audrey's, Enrico Croatti, de Oribianco, y José Manuel Miguel, de Beat, cocinaron anoche en Calp un menú irrepetible. Es todo un acontecimiento gastronómico que tres cocineros con estrella Michelin compartan fogones y agasajen a los comensales con sus mejores platos. La ocasión lo merecía. Calp ha pasado en un par de años del cero al infinito en el universo de la alta cocina. Primero logró la estrella Rafa Soler. Y este año se le han sumado Croatti y José Manuel Miguel.

El alcalde y presidente de la Diputación de Alicante, César Sánchez, está encantado de reunir en su pueblo a esa pléyade de grandes (además de jóvenes y tremendamente prometedores) cocineros. Y lo proclama: "Somos el municipio con más restaurantes con estrella Michelin". En la Marina Alta, una comarca bendecida por la prestigiosa guía gastronómica, hay otros dos pueblos con tres estrellas, Dénia, con las tres de Quique Dacosta, y Xàbia, con las dos de Alberto Ferruz y la de Nazario Cano. Pero sí, en puridad, Calp es la localidad con más restaurantes (tres nada menos) con entorchados Michelin.

Entre los invitado al festín, estaba el presidente de la Real Academia de Gastronomía, Rafael Ansón, quien recalcó que la gastronomía y el turismo, dos de las grandes "industrias" de Calp y la Marina Alta (la otra potente es la construcción), generan ese intangible llamado "felicidad".

El menú fue un festival de sabores y distintas concepciones gastronómicas. Cada cocinero sirvió un aperitivo, un primero, un segundo y un postre (12 platos en total). Y maridado todo con estupendos vinos (uno de los que se sirvió fue el moscatel del terruño M de Alejandría). Rafa Soler tiró de identidad Marina Alta e introdujo en sus elaboraciones erizos, caracoles, quisquillas, almendras, uva y vaca levantina. Mientras, Croatti reinterpretó la cocina italiana con el agnolotti de ossobuco, el marisco de otoño y unos sorprendentes bombones. Y José Manuel Miguel maravilló con su anguila, caldo de galera y perlas de Japón o el tártar de corzo.