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El acusado de intentar matar a 4 vecinos de Pedreguer ingresará en un centro psiquiátrico

La Audiencia acepta que sufrió un brote psicótico y lo absuelve, pero ordena su internamiento durante un máximo de 25 años

El acusado al llegar a la Audiencia de Alicante para el juicio

La Audiencia de Alicante ha ordenado el ingreso en un centro psiquiátrico penitenciario del joven de 25 años que el 30 de junio de 2019 intentó matar en Pedreguer a 4 vecinos y que tuvo que ser reducido a tiros por las fuerzas de seguridad. El joven queda absuelto de un delito de asesinato en grado de tentativa, de tres delitos de homicidio en grado de tentativa (uno contra un policía local) y de atentado con instrumento peligroso. El tribunal acepta la eximente completa de que el acusado sufrió un brote psicótico. Deberá permanecer internado en el centro psiquiátrico durante un periodo que no superará los 25 años.

La sentencia concluye que el acusado sufrió un brote psicótico (así lo consideraron los forenses) que le "anuló las facultades intelectivas y volitivas". Incide también en que no tenía justificación condenarlo dado que no ha seguido un tratamiento para su enfermedad, afirma consumir "habitualmente" sustancias tóxicas y alcohol y no cuenta con nadie en el ámbito familiar que pueda hacerse cargo de él y garantizar que sigue un tratamiento.

Eso sí, se considera que debe ser internado dado que "posee determinados componentes en su personalidad que revelan una peligrosidad delictiva con probabilidad repetitiva".

El ataque fue brutal. El joven, que entonces tenía 22 años, caminaba por la salida de Pedreguer hacia Gata. Llevaba atado en un brazo un trenzado rígido de metal. Se abalanzó sobre un anciano de 82 años. Empezó a golpearle en la cabeza.

En ese momento, llegó un vecino de 61 años a su casa. El joven se metió en su finca y empezó a aporrearlo por todo el cuerpo. Su esposa salió a defenderlo. El agresor se ensañó con la mujer. Le rompió los pómulos y la nariz.

Llegó una patrulla de la Policía Local. El atacante se lanzó contra uno de los agentes. Le golpeó en la cabeza y le produjo un edema craneal. El agente, aturdido, sacó su arma reglamentaria y le disparó en las piernas al agresor tres tiros. Aún así, los policías y la Guardia Civil tuvieron que emplearse a fondo para reducir al joven.

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