Se acabó el todo gratis en las calas de Xàbia. A los bañistas les tocará este verano (si todo va según lo previsto) pagar por aparcar en la Granadella y la Barraca. Además, la primera cala recuperará el pintoresco «trenet». También será de pago. Pero que nadie se asuste. Dejar el coche en la zigzagueante calle Pic Tort de la Granadella y en la calle de la Barraca saldrá mucho más barato que aparcar en un subterráneo de València.
El Ayuntamiento de Xàbia ha abierto una consulta pública en su web municipal sobre la tasa que se implantará para regular el estacionamiento con limitación horaria (una suerte de zona azul, que en estas calas podría ser zona turquesa, que es el color de las aguas).
En la consulta, se alude a que la Ley Reguladora de las Haciendas Locales contempla que se establezcan tasas para financiar total o parcialmente los nuevos servicios. Lo que recaude el ayuntamiento irá a sufragar la regulación del acceso a estas calas.
En 2017, el consistorio ya colocó una barrera al inicio de la carretera que baja a la Granadella. Dos años después, aplicó la misma medida en el Portitxol. Además, en la Granadella, se puso en marcha un servicio de transporte público (el «trenet» sedujo a los bañistas) para liberar de coches estas calas.
Ahora, con la tasa, se da un paso más en el objetivo de evitar la masificación y que los coches se dejen aparcados en cualquier sitio. El ayuntamiento quiere preservar la frágil riqueza natural y paisajística del litoral y garantizar que los servicios de emergencias puedan acceder sin toparse con coches que estorban.
El concejal de Medio Ambiente y Playas, Toni Miragall, ha avanzado que la tasa solo se cobrará en verano y que los bañistas tendrán que realizar un único pago por día.
La misma empresa que gestione el acceso (la barrera) se encargará de la zona azul.