De un día para otro, Benissa se quitará de encima nada menos que 12.000 coches. Esos son los vehículos que cada día atraviesan el pueblo. Mañana, tras 15 años de obras y fiascos, se abre al tráfico la variante. Acudirá la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé.
La primera empresa adjudicataria quebró. La anhelada variante, una reivindicación histórica de los vecinos de Benissa, se fue al limbo hasta que el ministerio de Fomento volvió a adjudicar las obras, esta vez a la mercantil OHL, que inició los trabajos en julio de 2017. Los ha acabado a contrarreloj en los últimos meses. Las obras han subido a 30,57 millones de euros. Este desvío de la N-332, que discurre entre la AP-7 y el núcleo urbano, tiene 4,5 kilómetros.