Las catas arqueológicas impulsadas en el futuro parque comercial «Cruce de Caminos» de Sagunt han sacado a la luz un inesperado hallazgo, en apenas dos días de trabajos: Una necrópolis de época islámica, cuya existencia era totalmente desconocida en la ciudad.
De momento se han excavado tres enterramientos, pero se han encontrado indicios de once. Todos ellos presentan rasgos claros del modo en que se hacían los rituales funerarios en época islámica, es decir, con los cuerpos orientados hacia la Meca, algunos con signos de haber sido amortajados y sin ningún tipo de joyas u objetos a modo de ajuar. Además, junto a ellos se ha hallado tierra que incluye pequeños fragmentos de cerámica andalusí, lo que refuerza aún más esa hipótesis.
Esto ha supuesto toda una sorpresa para los responsables de la empresa Arsesquem SL que dirige la intervención arqueológica pues, como explicaba a Levante-EMV su gerente, Irma Asón, «la zona donde estamos trabajando está considerada de protección arqueológica por la existencia de una necrópolis romana en la parte oriental más cercana a la estación, pero nadie había hablado nunca de un cementerio islámico».
Arsón confirmaba que, inicialmente, las catas sólo se están llevando a cabo en apenas un 10% de lo que será el futuro parque comercial, de acuerdo con la zona catalogada como de protección arqueológica; un área que sólo se ampliaría si, a la vista de los hallazgos, la Conselleria de Cultura lo considerara oportuno.
Acceso restringido y castigado
La arqueóloga también dejó claro que el acceso al lugar donde han aparecido los enterramientos «está delimitado con vallas y totalmente prohibido a toda persona ajena a la obra». Así, además de insistir en que «es inseguro y peligroso porque está lleno de zanjas», recordaba que la nueva legislación «castiga penalmente los daños y expolios del patrimonio con penas hasta de cárcel, ya no sólo administrativas». Según indicaba: «A veces estos temas llaman mucho la atención a la gente, que decide saltarse las vallas y saciar la curiosidad. Pero, realmente, la ley se ha puesto muy dura y sanciona estas cosas a nivel penal».
Junto a estas tareas, la UTE formada por las empresas Geocivil, Becsa y Bertolín prosigue las obras del futuro parque, tal y como estaba previsto hacer desde un principio, según precisaban desde la empresa Actinur. «Los dos trabajos se están compaginando sin problemas y las obras están ganando ritmo ahora después dejar atrás las lluvias», añadía Julián Castellblanque, uno de los responsables de esa última firma que ejerce de agente urbanizador.