El ritmo de las marchas moras y cristianas volvió a conquistar ayer el casco antiguo de Sagunt, en una edición de las fiestas que abrió oficialmente el pregón del concejal de Cultura, José Manuel Tarazona.
El capitán cristiano, Francisco Domínguez, y la abanderada de la comparsa de Llancers de Morvedre, Irina Genovés, acudieron a las puertas del ayuntamiento en un vistoso carro tirado por dos caballos. Se trataba de un hecho previsto desde hace tiempo y que ya había ocurrido en otras ediciones, pero que esta vez contrastó con la filosofía que imperará hoy en la Entrà, donde por primera vez no habrá animales «para evitar polémicas como la del año pasado con las ocas», como confirmó el presidente de la Associació de Moros i Cristians, Mario Aparisi, y adelantó Levante-EMV. De hecho, la edil de Fiestas, María Giménez (ADN Morvedre), también abogó por esta línea y ratificó a este diario su apuesta por evitar al máximo la presencia de animales en este tipo de actos.
En un pregón al que no faltó el alcalde, Quico Fernández, entre otros ediles, el concejal de Cultura repasó los 26 años de la fiesta bajo la atenta mirada de la capitanía y de la abanderada de la comparsa Jaume I, Adriana Acosta. «Se ha convertido en una tradición», aseguró el edil nacionalista durante su discurso.
Además de agradecer a la Associació de Festes de Moros i Cristians de Sagunt el «honor» de poder hacer el pregón de este año, recordó los orígenes de la celebración «cuando se formó la primera comparsa mora Almorávides para conmemorar la festividad de la Virgen del Remedio». Posteriormente, la Nit de L' Olla llenó la plaza de la Morería donde, como ha confirmado el presidente de la asociación, estaba previsto repartir 800 raciones.