Unos 4.500 hogares saguntinos tienen graves problemas de vivienda o incluso están imposibilitados para acceder a una casa digna. Esta es una de las conclusiones a las que ha llegado el estudio sobre vivienda y exclusión encargado por el Ayuntamiento de Sagunt y que se realizó entre marzo y septiembre del pasado año. De esta forma, el número de hogares en esta situación de precariedad y vulnerabilidad se situaría en el 17 % del total del municipio. Al menos esta sería la situación extrapolando al conjunto del municipio los resultados de las 135 encuestas y entrevistas realizadas para la confección de este informe.
El problema no afecta solo a hogares con problemas de marginalidad, sino que los efectos de la crisis económica los ha ampliado a familias normalizadas que han perdido su trabajo o han visto cómo se precarizaba su situación socioeconómica. Los datos que barajan desde el departamento municipal de Servicios Sociales son elocuentes en este sentido: el 70 % de las consultas que atienden están relacionadas con problemas relacionados con la vivienda. Otro dato resulta significativo, un 27,3 % de los afectados destacan que sufren estos problemas de vivienda desde hace menos de tres años, lo que evidencia que los efectos de la crisis siguen lejos de superarse.
Y es que el 43,5 % de esos 4.500 hogares con problemas reconocen graves dificultades para afrontar el pago de sus casas. Así mismo, al menos a un 17,4 % les resultaba imposible hacer frente a los gastos que la vivienda conllevar. No sorprende que muchos de ellos se encuentren acosados por el fantasma del desahucio.
Las conclusiones del informe son estremecedoras en este sentido: un millar de hogares saguntinos ha sido desahuciados en los últimos años. Y la amenaza está lejos de erradicarse. El estudio estima que el 4,2 % de los hogares con problemas están bajo la amenaza de un desahucio. Pero hay un dato todavía más negro. El 21,7 % de ellos ya había pasado por el trauma de un desahucio.
Un 13 % de okupas
Estas dificultades en el acceso normalizado a una vivienda llevaba había llevado al 13 % a residir de una manera irregular como okupas. Entre los encuestados se encontraban casos en que los afectados ni siquiera tenían acceso a la vivienda por este medio irregular. Uno de los entrevistados, por ejemplo, se veía obligado a tener que vivir en una caravana. Proyectando los datos recogidos, el informe llega a la conclusión de que unos 800 hogares de Sagunt carecen de una vivienda digna. A ellos se suma otro 13 % de saguntinos con problemas de vivienda que se ven obligados a residir en un inmueble muy deteriorado al carecer de recursos para acometer las reformas necesarias.
Las perspectivas de futuro tampoco resultan muy halagüeñas para este colectivo. Solo un 34,8 % se mostraban optimistas ante la perspectiva de una mejora en su situación. A ellos se sumaba un 8,7 %, correspondiente a personas de mayor edad, que confiaban en aliviar algo su situación a partir del momento en que comiencen a cobrar una pensión.
Sin embargo, un 26,1 % consideraban que su problemática podría mejorar solo si conseguían encontrar un trabajo, a los que se añadía otro 4,3 % que vinculaban un cambio positivo al acceso a un alquiler social.
Por el contrario, un 13 % se mostraban incapaces de aventurar cómo se les presenta el futuro, mientras que un 8,7 % no dudaban en afirmar que su perspectiva en esta materia iba a empeorar con total seguridad. Un 4,3 % todavía se mostraba más desesperanzado sobre su situación en Sagunt. A su juicio, la única forma que tenían de mejorar pasaba por marcharse de la ciudad.