«Quieren que, en un acto de fe, nos creamos que han logrado la cuadratura del círculo para que los espigones al sur de Castellón filtren la arena hacia las playas del norte de Sagunt, algo que es muy difícil de demostrar». Así resumió el alcalde, Quico Fernández, la posición contraria municipal al proyecto de Costas para estabilizar el litoral sur de Castellón sin que afecte negativamente a las playas de Malvarrosa, Corinto y Almardà.
El edil de Urbanismo, Pablo Abelleira, fue más lejos al apuntar que «las malas experiencias con Costas en el Grau Vell, el Malecón de Menera o el paseo marítimo del Puerto nos aconsejan no fiarnos, más si cabe cuando nuestros informes -en referencia al redactado por el catedrático de la Universitat Politècnica de València José Serra- dicen los contrario».
En esta línea también se posicionaron Ciudadanos e Iniciativa Porteña. En el primer caso, su portavoz, Raúl Castillo, puso el acento en el «jaque mate a nuestro turismo» que pueden significar los efectos de este proyecto de Costas «dentro de 10 o 15 años». El segregacionista, Manuel González, por su parte, hizo hincapié en que las prisas por ejecutar esta intervención al norte de Sagunt «responden al pelotazo urbanístico que pretenden perpetrar con el PAI del millón de metros cuadrados en Almenara, que no tiene valor si no acondicionan la playa».
Frente a estos argumentos, el PP fue el único que rompió la unanimidad con su abstención. El portavoz, Sergio Muniesa, argumentó que «el estudio de impacto ambiental de Costas está muy documentado y sus técnicos sostienen que han estudiado todo el ámbito y esta es la mejor solución». Más allá de esta cuestión, el popular criticó al cuatripartito porque «sabe desde hace un año que esta es la alternativa elegida y en este tiempo no ha preparado unas alegaciones con argumentos técnicos y ambientales que rebatan las teorías de Costas».
Muniesa también lamentó que la comisión de playas no se haya reunido y que el informe de Serra no se facilitara a la oposición, al tiempo que señaló que otro catedrático de la UPV que estuvo en la presentación del proyecto aseguró estar de acuerdo con las tesis estatales.
El alcalde, sin embargo, apuntó que este proyecto, que contempla espigones de hasta 210 metros, «es muy bueno para Castellón y entendemos que solucionaría la grave problemática de Almenara y la Llosa, pero no podemos permitir que sea en perjuicio de nuestros ciudadanos, que ahora tienen prácticamente imposible bañarse en las playas de Almardà. Este proyecto no ofrece garantías a Sagunt».
Solución parcial
Mientras, el concejal de Medio Ambiente, Enric Ariño, pidió «no hacer política con este tema», al tiempo que lamentó especialmente que el Ministerio de Medio Ambiente «quiera aplicar una solución parcial a un problema global que afecta a todo el ámbito entre Borriana y el Port de Sagunt».