La psicosis por las medusas vivió un nuevo capítulo esta semana en la playa del Port de Sagunt, después de que una niña de unos 7 años saliera del agua entre gritos y aspavientos al sufrir varias picaduras de una medusa.
Relacionadas
Esta reacción y la expresiva preocupación de su padre hicieron saltar todas las alarmas hasta el punto de que los socorristas optaron por sacar del agua a los bañistas, ya que el temor inicial era que se trataba de la carabela portuguesa, especie altamente dañina para el ser humano y que ya ha aparecido en playas de la provincia de València.
Después de dejar a la niña en la posta sanitaria, los socorristas salieron con la moto acuática para comprobar si se trataba de la physalia physalis, pero no la encontraron debido a que el agua estaba revuelta. Posteriormente y tras la atención del médico se comprobó que las marcas se correspondían con una medusa común, así que en unos 30 minutos pudo marcharse, tiempo también en el que se permitió otra vez el baño a los «valientes», según confiesan fuentes del operativo de playas.
De hecho, ese mismo día se registraron otro par de picaduras y es que «ya desde primera hora se notaba que el agua estaba muy caliente», hábitat perfecto para la aparición de las medusas.
Ya ayer la bandera roja por el oleaje evitó que se registraran nuevos incidentes de este tipo, situación que las previsiones marcan que se va a repetir tanto hoy como mañana.